Un día en Bruselas, turismo y cerveza

Calles de Bruselas

Quizás os parezca poco pasar un día de turismo en Bruselas, pero si lo lleváis todo bien planificado podéis tener una visión general de la ciudad muy interesante. Ya os comentábamos en nuestro artículo de tres días en Bruselas, Dinant y Namur, que lo mejor es tomar bien tempranito el vuelo que sale de Madrid, a las 6.40 horas, para aprovechar bien el día en la capital belga.

Desde el aeropuerto hasta Bruselas se puede ir en coche o en autobús, ya que tampoco está muy lejos. En diez minutos ya estáis en el centro histórico, que lo encontraréis muy muy animado. Parada imprescindible es ver el ambiente de la zona de la Bolsa y, cómo no, tomar unas cuantas fotografías de la excelsa Grand Place, para mi gusto una de las plazas más bonitas del mundo.

Con su Hotel de Ville, la Maison du Roi, Le Cornet y la Maison des Brasseurs, que alberga el Museo de las Cervecerías, tenéis para bastantes fotos, la verdad. Desde allí lo tenéis todo a mano, por ejemplo el Manneken Pis, uno de los símbolos de la ciudad, o la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, además del barrio del Sablon con su maravillosa iglesia.

A la hora de la comida nosotros nos decantamos por el Restaurante La Rue d’Or, aunque a decir verdad en las inmediaciones de la Grand Place hay restaurantes para todos los gustos: cocina turca, griega, china, india, incluso las friteries, en donde compráis un cartuchito de patatas fritas con la salsa que queráis, y a seguir haciendo turismo.

Después de comer nos dirigimos hasta la Fábrica de Cervezas Cantillón, la más antigua de Bruselas y que data de 1900. Nos llamó muchísimo la atención que toda la fábrica es puramente artesanal, desde las paredes antiguas hasta los instrumentos de elaboración de la cerveza, algunos de ellos con casi un siglo de existencia.

Embotelladora en Cantillon

Se pueden hacer visitas guiadas en inglés y en español ( nuestro guía fue un señor asturiano que lleva más de cuarenta años en Bruselas trabajando en esta fábrica ), por lo que resulta aconsejable ponerse en contacto con la OPT, Oficina de Promoción al Turismo de la Valonia, para que os organicen esta visita, en la que se aprende muchísimo sobre la cultura de la cerveza en Bélgica y su elaboración puramente artesanal, además de una degustación final de algunos de sus productos.

Nada más salir de Cantillón pusimos rumbo de nuevo al centro de la ciudad, para merendar unos gofres cerca del Manneken Pis ( es imposible pasar por delante del escaparate de esta gofrería y no entrar en ella ). De allí hasta el Grand Café de la Grand Place, para degustar unas cervezas Ciney. Dicen que es muy típico en Bruselas ir a tomar algo antes de la cena, por lo que nosotros, sintiéndonos bruselenses por un día, hicimos caso a la tradición.

Ya que vais a pasar un día en Bruselas, la cena es imprescindible que la hagáis en el Restaurante Chez León. Os recomiendo que sea el día de la semana que sea reservéis mesa, ya que es el mejor lugar donde se comen los mejillones con patatas fritas, plato típico belga, así que suele estar lleno, aunque es bastante grande. La comida se acompaña con la cerveza de la casa, la León.

Para terminar nuestro día en Bruselas nada mejor que despedirnos de la ciudad en el Delirium Café, un garito al que van jóvenes y mayores a tomar la última cerveza del día. La selección de cervezas es tan extensa que siempre resulta muy difícil saber elegir. Fijaros en el decorado del techo, hecho con tapones gigantes de los botellines.

Un día en Bruselas puede estar cargado del mejor turismo, animación y cerveza, claro está. En Bélgica la cultura de tomar una cerveza es muy distinta a la española. No dejéis pasar la oportunidad de disfrutar de una de las ciudades más bonitas de Europa.

Fotos Vía: José Manuel Vargas

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