El castillo de Beloeil, remanso de paz en Hainaut

Castillo de Beloeil

Rodeado de un abrumador silencio solo roto en instantes por los cantos de los pájaros, con la vista puesta en el castillo, sobrio director armónico de estanques, parques, alamedas y campos de rosas, se vuelve una necesidad imperiosa sentarse, tomar el lápiz y escribir.

Hacía mucho que no sabía encontrar esa quietud. Cansado pero satisfecho, tras haber paseado tranquilamente por la interminable avenida de 5 kms. que constituye el eje central de sus jardines, solo acompañado por la pétrea figura de Neptuno en el extremo del hermoso estanque de 6 hectáras que hace ya dos siglos y medio, en el año 1761, Henrion ideara, las palabras fluyen fácilmente sobre el papel. No hay nadie; apenas tres personas que parecen divisarse en la lejanía, probablemente también disfrutando en otro banco de esta tranquilidad sublime.

Castillo de Beloeil

Es el lugar perfecto para dejar volar los sueños, para escribir o leer; el sitio al que todos retrataríamos si nos preguntaran por nuestro lugar ideal para relajarse.

Cuando enfilé la calle de entrada de Beloeil, nada parecía hacer presagiar lo que iba a encontrarme.

Beloeil, una pequeña población situada en la provincia de Hainaut, apenas cuenta con una iglesia y su plaza correspondiente, agradables, eso sí, pero nada comparable a otras tantas poblaciones valonas que conozco.

Pero Beloeil puede presumir de contar con uno de los mejores castillos que he visto hasta la fecha en Bélgica. Una mansión señorial del siglo XIV que destaca sobre todo por sus jardines, aunque guarda en su pasado una interesantísima historia política.

El Castillo de Beloeil es hasta día de hoy la residencia de los Príncipes de Ligne, quienes poseen la propiedad desde el siglo XIV. No es una parte de la realeza europea tan conocida como otras monarquía, pero entre sus títulos nobiliarios, Miguel de Ligne, actual XIV Príncipe, es también Grande de España.

El paso por la verja principal deja ver la belleza del castillo que en cierto modo trae recuerdos de otras grandes mansiones francesas; un palacio al que muchos no dejarían de dotarlo de aires versallescos. Sin embargo, el edificio comenzó en realidad como una fortaleza medieval, como demuestra el foso que la rodea. No obstante, con el paso de los años el castillo fue reformándose hasta convertirlo en lo que es hoy día, una gran mansión residencial.

Castillo de Beloeil

El castillo, con su foso

Fue el arquitecto francés Samson quien tras el incendio que sufrió en el año 1900, sentó las bases de la actual presencia del edificio, reconstruyéndolo seis años después, en el 1906.

Por suerte, el mobiliario que hoy día expone así como sus invalorables colecciones se salvaron de aquella quema gracias en parte a los propios habitantes del pueblo.

La gran escalera central que abre paso a la estancias superiores ya muestran las muchas historias que debió encerrar entre sus piedras. Los bustos de mármol blanco de Voltaire, Moliére y La Fontaine, dicen mucho de sus dueños, pero también lo hace el retrato de Luis XII que preside la escalera o el busto de Catalina II, emperatriz de Rusia.

El castillo de Beloeil - dormitorio

Dormitorio en el castillo de Beloeil

En el siglo XVIII, la casa de Ligne alcanzó su mayor apogeo con el gobierno del príncipe Carlos José de Ligne cuya figura fue reconocida y admirada en buena parte de Europa. En su dormitorio se puede apreciar un cuadro en el que se representa al Príncipe en aquella cama, poco antes de su fallecimiento, recibiendo la visita del Emperador Alejandro I de Rusia y del rey Federico Guillermo III de Prusia. En la siguiente planta hay incluso una galería de retratos de los soberanos contemporáneos del Príncipe. Por doquier, lujo y boato: relojes de pared época Regencia, porcelana azul de China, armas de diferentes épocas, como la espada con pomo de oro que le regalara a Carlos de Ligne Catalina II de Rusia, mobiliarios en marquetería, tapicerías de Lille, escritorios lacados o incluso una colección de objetos de marfil.

Pero si algo puede maravillar por encima de todo en su interior es su magnífica biblioteca en madera noble y con dos pisos compuesta por una colección de 20.000 libros editados desde el siglo XIV al XIX.

Biblioteca del castillo de Beloeil

Biblioteca del castillo de Beloeil

Aunque el acceso a los jardines lo podéis hacer por una verja lateral que hay justo antes de entrar en la mansión, desde ésta el acceso puede hacerse desde el vestíbulo donde hoy día se encuentra la recepción.

Poco más puedo añadir de los soberbios jardines, salvo su historia, que se remonta al siglo XVIII, cuando uno de los Lignes, Claudio Lamoral II llamó a un decorador francés, Jean Michel Chevotet para su diseño y construcción, la cual empezó entre los años 1754 y 1760.

Si lo que destaca es el gigantesco estanque central con la fuente de Neptuno, en los laterales hay otros estanques subsidiarios, pero también lugares como la «alameda del Decano» de 600 metros de longitud, la «sala del gran diablo» o el «puente giratorio». En el lado derecho del estanque central, según se sale de la mansión, se encuentra la parte más bella, como el «tresbolillo», con altos árboles que le dan una siniestra oscuridad al camino que lo cruza, «la alameda del mazo», o el escondido «claustro». También en esa parte se encuentra el invernadero de «L’Orangeri» y el «Templo de Pomona», dos edificios alternativos que mandó construir el Príncipe Eugenio I en el año 1830.

Jardines del castillo de Beloeil

La «alameda del Mazo», en los jardines

CÓMO LLEGAR A BELOEIL

No es fácil acceder a tan apartado pueblo. El modo más fácil es, sin duda, con tu propio coche de alquiler, pero si no es así, entonces tendrás que llegar hasta Ath en tren, y allí tomar el bus, líinea 81, con final en Blaton, y bajarte en la parada de Beloeil place. El ticket lo puedes sacar, sin problema, en el mismo autobús.

De lunes a viernes hay un bus cada hora, pero los fines de semana pasa cada dos horas por lo que tendrás que ajustar bien los tiempos de estancia en cada sitio.

INFORMACIÓN PRÁCTICA SOBRE EL CASTILLO DE BELOEIL

El castillo solo abre los fines de semana de los meses de abril, mayo, junio y septiembre, y todos los días en los meses de julio y agosto.

El horario es de 13 a 18 h.

Cuenta con un pequeño tren turístico con el que recorrer los jardines en 20 minutos.

También tenéis más información en la web oficial de la oficina de turismo de Bruselas Valonia.

PARA SEGUIR LA RUTA TURÍSTICA…

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