Neuhaus, el mejor chocolate belga

Chocolates Neuhaus

La fama del chocolate belga data del siglo XVIII. Pero, a partir de 1912, esta popularidad se puede decir que se multiplicó por diez. Un genio del chocolate, Jean Neuhaus, creó un nuevo procedimiento para elaborar chocolate, los pralinés de chocolate. Hoy en día esta variedad llena todas las tiendas de chocolate en Bélgica, con su variada colección de sabores, cremas, turrones, avellana, fruta o café.

Historia del chocolate Neuhaus en Bélgica

Los años de éxito de Jean Neuhaus coincidieron con el fin de la Primera Guerra Mundial. En esa época, Louise Agostini, su esposa, realizó otro avance, creando las pequeñas cajitas donde meter los pralinés. Se trataban de prácticos envases de color verde y oro, hechos a mano, con la letra N en relieve. Desde su creación, éste ha sido el diseño que todos los fabricantes de chocolate belga han utilizado para sus pralinés.

La creatividad de Jean Neuhaus llevó al desarrollo de nuevos métodos que garantizaran la alta calidad del chocolate belga. Incluso la familia real belga se convirtió en uno de los clientes asiduos de Neuhaus. En 1918, el Príncipe de Gales y el Príncipe Leopoldo visitaron personalmente la tienda de Neuhaus para contemplar in situ lo que hablaba toda la ciudad.

En 1923, el yerno de Jean Neuhaus, Adelson de Grave, comenzó a elaborar pralinés. Sus creaciones también atrajeron la fama a la compañía. Su hijo Pierre también aportó su talento, ayundando a su padre a crear los famosos paralinés Tentación y Capricho. Fue el momento en el que comenzaron a abrirse otras tiendas de Neuhaus fuera de Bruselas.

En 1978 la empresa pasó a manos de Claude Poncelet y Jean Jacques. Su objetivo era dar a conocer la marca Neuhaus en todo el mundo. Así, abrieron más puntos de venta en Japón, Canadá, Colombia, Estados Unidos y otras capitales europeas.

En 1991, Neuhaus se convirtió en la empresa líder de la elaboración de chocolate tanto en Bélgica como en Luxemburgo. Precisamente, en el año 2000, el rey Alberto se convirtió en uno de los grandes clientes de Neuhaus.

La compañía se ha mantenido en la industria del chocolate hasta hoy. El legado de Jean Neuhaus sigue siendo el mejor praliné de Bélgica. Seguramente me podréis decir que el chocolate belga es algo caro. Sin embargo, aquellas personas que lo hemos probado os podemos decir que nada se puede comparar a su calidad.

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