Los Estanques de Ixelles en Bruselas
Bruselas no sólo es el centro histórico, sino que los barrios de sus alrededores albergan lugares de verdadero interés. Ya en una ocasión os hablamos de la Abadía de la Cambre, en la zona de Ixelles.
Alrededor de la abadía hay una serie de jardines, y en uno de sus extremos los célebres Estanques de Ixelles. Sin lugar a dudas, es uno de los lugares más bonitos de Bruselas.
Es un lugar perfecto para ir a relajarnos después de un día de turismo, ideal para la caída de la tarde o bien para comer al mediodía. Desde ambos lagos se pueden ver magníficos edificios, sobre todo de estilos Art Deco y Art Nouveau de finales del siglo XIX, con sus vistosos ladrillos rojos. Realmente tienen un encanto inusual, y parece mentira que pocos metros más allá haya un tráfico tan intenso.
Alrededor de los lagos siempre hay mucha gente, tumbada en el césped del parque, o bien paseando, sobre todo cualquier fin de semana de primavera. Los dos grande estanques de esta zona se formaron por la corriente del río Maelbeek. En el siglo XVII el pueblo de Ixelles aún no pertenecía a Bruselas, y los habitantes de la capital venían aquí para descansar o pescar.
Fue en el siglo XIX cuando Ixelles se unió a la ciudad, con la construcción de los magníficos edificios que hoy se pueden ver desde los estanques. Realmente es un lugar idílico y evocador, con los estanques y la exuberante vegetación que nos rodea, con la vista puesta en los edificios, como por ejemplo el edificio de la radiotelevisión belga, que se deja ver sobre los árboles del parque.
Desgraciadamente, en los últimos años hay un poco de contaminación en los estanques, y está prohibido todo uso de sus aguas. Hay una serie de monumentos que recorren el parque, como el que nos recuerda al escritor Charles de Coster en la Avenida Charles de Gaulle, o la estatua de La Danza, al final del segundo estanque y frente a la Abadía de Cambre.
Ni que decir tiene que, si estáis en Bruselas tenéis que acercaros a los estanques de Ixelles, un lugar idílico y que os encantará, perfecto para descansar de nuestra jornada de turismo en Bruselas.
Foto Vía Magnus Franklin