Visitas curiosas en Mons

Mons

Apenas a unos 65 kilómetros al sur de Bruselas, muy cerca de Charleroi, se halla la ciudad de Mons, capital de la región de Hainaut. Si no tenéis coche, no importa, ya que está a menos de una hora en tren de Bruselas. Una ciudad divertida para mi gusto, en la que se pueden hacer muchas cosas. Una opción interesante para huir del ajetreo turístico de Bélgica.

A pesar de su enorme Colegiata de Santa Waudru, el gran reclamo turístico de Mons, hoy os queremos llevar a otras visitas curiosas en Mons. Habría que comenzar asistiendo al Ducasse de Messines, las fiestas que, desde el siglo XIV, marcan el inicio de la primavera en Mons, con gigantes, cabezudos, mercadillos de flores y muchos eventos más. Un buen momento para conocer y disfrutar la ciudad.

Para fiestas también las que tienen lugar desde hace más de 650 años con la Procesión del Carro de Oro. Este carro, que parte de la Colegiata de Santa Waudru, ya que allí suele estar durante todo el año, contiene los restos de la santa, quien, según cuenta la leyenda, salvó a la ciudad de una epidemia de peste. Esta procesión tiene lugar durante el mes de mayo, y concluye con la Lumençon, una especie de juego medieval en el que se escenifica la lucha de San Jorge y el dragón.

De Mons no podéis iros sin hacerle una curiosa visita a la célebre Singe du Grand Garde, la Mona de Mons, situada a la izquierda de la entrada principal del Ayuntamiento, en la Grand Place. Es una pequeña estatuilla de una mona, que está allí desde el siglo XV. Lo original es que debéis frotar su cabeza con la mano izquierda, para que os traiga buena suerte. Para muchos será una tontería, pero ya veréis la gran cantidad de turistas que lo hacen a su alrededor.

Hay otros detalles curiosos en Mons, como la Fuente de Le Ropieur, el Pícaro, que se halla en el interior del jardín del Ayuntamiento, que se halla muy cerca del primer carro de combate americano que entró en Mons el 2 de septiembre de 1944. Porque, si no lo sabéis, Mons es una ciudad que sufrió muchos asedios y bombardeos durante la Gran Guerra.

Podéis ir también al Museo de Artes Decorativas François Duesberg que, entre su colección de orfebrerías y porcelanas, se exhibe una estupenda y curiosa colección de relojes de péndulo de finales del siglo XVIII y principios del XIX.

Mons no es una ciudad tan turística como otras, pero sí tiene algunos detalles curiosos que bien valdrían la pena conocer, ¿no?.

Foto Vía Uk Ask

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