Mastellen, dulces típicos de Gante

Mastellen dulces de Gante

Ahora llegan unas fechas en la que nos da por mirar los escaparates de las pastelerías con más asiduidad que en otros momentos (sí, anda, no me lo neguéis, que ya nos conocemos). En Navidad nos pueden los dulces, los postres, los polvorones. Todo lo que sea sentarnos a la mesa picando algo, si puede ser dulce, mejor que mejor.

¿Qué son los mastellen?

Los belgas no son menos que nosotros y para ellos la Navidad también es un tanto gastronómica, por llamarlo de alguna manera. Por ejemplo, hoy nos quedamos en el Flandes oriental, más o menos la zona que delimita la ciudad de Gante, y allí disfrutaremos de su dulce tradicional, los mastellen, unos panecillos deliciosos que, a simple vista, todo el mundo dirá: «mira, unos donuts…».

Realmente los mastellen sólo se pueden encontrar en las panaderías y pastelerías de esta región de Flandes oriental. Sí, parecen donuts, pero con una salvedad: el agujerito del centro no está totalmente abierto. A nosotros nos los recomendaron con crema de mantequilla, y ya os podéis imaginar.

Se puede comer durante cualquier época del año, pero sobre todo se comercializa en noviembre, más o menos a partir del día 3, con la festividad de Saint Hubert. Este santo fue un noble de Aquitania que vivió en la región de las Ardenas, al norte de Francia. La mañana del Viernes Santo del año 683 decidió salir a cazar, cuando aún vivía la buena vida, y ese día tuvo una visión celestial que le llevó al sacerdocio tras morir su mujer. Más tarde fue nombrado obispo de Lieja.

Receta para hacer mastellen

Si queréis os dejamos con la receta para que llevéis a vuestra Navidad un magnífico dulce belga.

– Un kilo de harina, medio litro de leche, 75 gramos de levadura, 5 gramos de canela, 300 gramos de mantequilla, 20 gramos de sal y 50 gramos de azúcar. Todo ello para hacer un kilo de mastellen.

Se ponen todos los ingredientes, excepto la mantequilla, el azúcar y la canela, juntos y se amasa de forma coherente (no hagáis como yo la primera vez). La mantequilla, el azúcar y la canela se añaden al final del amasado. La masa se divide en trozos y se forman bolas a las que se deja durante unos 15 minutos para que hagan forma.

Luego se hace un pequeño hoyo en el centro de cada una, pero no un agujero entero. Se pasa una yema de huevo por encima de las bolas y se deja media hora, para luego meterla en el horno entre 10 y 12 minutos a una temperatura de 200 grados.

Y ya tenéis listos vuestros mastellen. Sólo queda probarlos. Algunos seguramente os salga más rentable dejar la cocina y viajar hasta Gante para probarlos in situ, ¿no?.

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2 comentarios

  1. Jorge dice:

    Amigo buen día, allí en la receta no nombras la harina, quiero saber si es 1 kg de harina para hacer la receta. Gracias

  2. Javier Gómez dice:

    Buenas tardes, Jorge

    Perdona; no se puso, es cierto. La cantidad necesaria es de 1 kg. de harina junto con los restantes ingredientes relacionados en el artículo.

    Un saludo.

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