Lier, el encanto de lo desconocido
Hay lugares en Bélgica que se encuentran olvidados por los turistas debido en parte a que éstos suelen visitar las ciudades más representativas del país. Pero no por ello, estos lugares semidesconocidos dejan de tener un encanto especial. Sólo es que aún no lo hemos descubierto.
Una de estas ciudades es la pequeña pero fascinante ciudad de Lier, situada en las riberas del río Nete, entre canales. Se encuentra a mitad de camino entre Amberes y Malinas, muy bien comunicada, y a 40 minutos de Bruselas. Vamos a acercarnos a ella…
Qué ver en Lier
Lier es famosa en toda Bélgica por la elaboración de encajes y la fabricación de instrumentos musicales en metal.
A pesar de ser fuertemente dañada durante la Primera Guerra Mundial, hoy la ciudad apenas muestra síntomas de aquellos malos momentos. La plaza principal de Lier, la Grote Markt, está rodeada de edificios antiguos, entre los que sobresale el Ayuntamiento, un elegante palacio de estilo rococó, levantado en 1741, que conserva un campanario de 1369 y el escudo de la ciudad en la fachada. Su interior merece la pena visitarlo, con una amplia escalera y cuadros en sus paredes de muy bella factura.
Adosada a la pared trasera del Ayuntamiento hay una torre campanario desde donde antiguamente se anunciaban los acontecimientos de la ciudad. La torre data de 1369 y está coronada con cuatro pequeñas torretas y una aguja final. Las pequeñas torretas son de 1911, aunque su aspecto es de estilo medieval para no desestabilizar el conjunto. Detrás del Ayuntamiento está la Capilla de Santiago de 1383 y a la izquierda la antigua Vleshuis o Casa de los Carniceros, de 1418, hoy en día usada para exposiciones temporales.
A pocos pasos de esta Plaza se encuentra el Museo Wuyts van Campen. Contiene muebles y objetos de arte del siglo XVIII. También podemos contemplar en él cuadros de artistas flamencos. Muy curiosa y preciosa a su vez es la Zimmertoren, la torre que forma parte de la antigua muralla del siglo XIV. Se halla en la Plaza Zimmer al sur de la plaza principal. En la fachada de la torre hay un reloj astronómico con 11 esferas, construido por el relojero local Zimmer. Esta torre es uno de los símbolos de la ciudad. Enfrente la no menos hermosa Gevangenenpoort, o puerta de los prisioneros, del siglo XIV, originariamente puerta de la muralla de la ciudad.
Más información: la Zimmertoren, torre en Lier
Continuando al sur de la Plaza Zimmer se llega al Beguinaje, un barrio popular de Lier muy pintoresco fundado en el siglo XIII, con una elegante puerta de entrada barroca y una iglesia del siglo XVII. Las casas de la zona son realmente preciosas, casas de madera que le dan al lugar un aspecto casi de dibujos animados, muy sencillas y coloridas. Una de estas casas, muy famosa, es la Casa Timmerman, que fue taller del herrero local Lodewijk van Boeckel, en donde se exponen sus obras.
Así llegamos a una de las iglesias góticas más impresionantes de Bélgica, la Iglesia de San Gomarus. Construida en 1372, destaca su torre de 1702, con 454 campanas. El interior es sumamente rico en obras de arte, quizás un poco cargado la verdad, pero si nos acercamos a observar los detalles resulta francamente deslumbrante. Tenemos que pasarnos por el arco del coro, de piedra y decorado con estatuas y escenas de la Pasión, contemplar las vidrieras que suben desde el coro hasta el punto más alto de la iglesia, y los preciosos ventanales de las naves laterales.
Más información: la Iglesia de San Gomaro en Lier
A la derecha de la iglesia está la antigua Danske Poort, de principios del siglo XVI, donde vivió desde 1524 a 1530 el rey destronado de Dinamarca Cristian II. Y no podemos visitar Lier sin pasarnos por la Casa Fortuin, un hermoso edificio de color blanco, símbolo de la ciudad, ubicado en la Plaza Timmerman, junto al canal de Lier. Probablemente data del siglo XVII, y solía ser en aquella época un almacén de trigo y grano. Desde su restauración en 1965, es el restaurante más famoso de la ciudad.
Cómo llegar a Lier
La mejor forma para llegar a Lier es llegar hasta los aeropuertos de Bruselas, sobre todo éste, o el aeropuerto de Amberes. Una vez llegado a cualquiera de los dos aeropuertos, nos dirigiremos en tren hasta la estación central de ferrocarriles de la ciudad a la que hayamos volado. Desde Amberes salen trenes cada media hora hacia Lier, y la duración del trayecto no llega a los 40 minutos. Desde Bruselas, también cada media hora, parten trenes hacia Lier, con una duración del trayecto de 1 hora aproximadamente.