Lustin, un rincon de veraneo
A 11 kilómetros de la histórica ciudad de Namur, en el valle más hermoso de la provincia, se halla la ciudad de Lustin, encajada entre los pueblos de Dave y Godinne. El origen de la palabra Lustin proviene de dos vertientes. Una, de origen alemán, Lusthem, que significa puerto deportivo. La segunda, del latín Lustinum, o casa de Lusto.
Hoy en día es una preciosa localidad de veraneo, en donde podéis pasar un fin de semana relajante y muy tranquilo.
Uno de los lugares más visitados de Lustin es el Museo de Cervezas belgas. En él se muestra miles de botellas de cerveza y vasos, además de etiquetas. También podéis comprar allí cientos de cervezas, de todos los tipos. El Museo está abierto al público todos los días de los meses de julio y agosto, de 11.00 a 19.30 horas, La entrada cuesta 1,50 euros para mayores de 18 años, e incluye la degustación de un tipo de cerveza. Los niños pagan un euro, en el que se incluye una limonada.
Lo que más suele impresionar de la visita a Lustin son las rocas Frenes, también llamadas Belvedere. Forman un impresionante pico de 1000 metros de altura sobre el río Mosa. Las rocas calizas que lo forman pueden tener varios millones de años y han ido sufriendo, con el paso del tiempo, las erosiones del río. En su cima, hay una hermosa terraza sobre la que ya os podéis imaginar las maravillosas vistas que podéis descubrir.
En la subida a la cima se pueden visitar cinco grutas excavadas en la roca. La primera de ellas se llama la Luneta, restos de una antigua cueva, con rocas que pueden alcanzar los 800 metros de altura. Se halla a unos 100 metros del nivel del Mosa. La segunda gruta es el agujero de Nutons, una profunda zanja de 35 metros de profundidad. Toma su nombre de la leyenda que cuenta que aquí vivía el enano Nutons, quien se alimentaba de plantas y los productos lácteos que le llevaban desde el pueblo.
La tercera gruta es la Galería de los Osos, llamada así porque, las excavaciones de los arqueólogos, han encontrado aquí huesos de osos. También se han encontrado joyas y restos de una necrópolis romana, que fueron llevadas al Museo de Arte e Historia Natural de Bruselas.
La cuarta gruta es la Marmita de los Gigantes, un enorme agujero tallado por un torbellino, el único fenómeno de este tipo en toda la Europa Central.
La última gruta es la Gran Iglesia, llamada así ya que los monjes de la abadía Fosse se refugiaron en la gruta ante la invasión normanda del siglo IX.
La gastronomía de Lustin es muy conocida en el país. Uno de los productos más solicitados es la Lustinesa. Se compone principalmente de frambuesa, nata y chocolate blanco. También las carnes de cerdo son exquisitas, así como las salchichas. Una de las más famosas es la salchicha de cerdo con nueces, que se toma en cualquier bar de Lustin como aperitivo. Como aperitivo os podríais pedir también lomo de cerdo salado y ahumado.
Lustin es un lugar muy tranquilo en el que podréis relajaros del bullicio de las grandes ciudades belgas. Un pequeño paseo por el pueblo, tomar una de las mejores cervezas belgas en sus terrazas, contemplar el paisaje o un pequeño crucero por el Mosa, recorriendo los parajes y paisajes de este lugar. Un fin de semana aquí bastará para que vuestro viaje a Bélgica sea una delicia.