La Torre de la Catedral de San Romualdo, en Malinas

La Torre de la Catedral de San Romualdo

Malinas es una ciudad que se vislumbra en el horizonte. Antes de haber llegado hasta ella, ya la disfrutaréis en la distancia. Y es que el horizonte de esta ciudad tiene un nombre, la Torre de la Catedral de San Romualdo, de 97 metros de altura, símbolo de la ciudad. La silueta de la torre, inacabada por cierto, abarca toda la ciudad. Desde cualquier punto de la misma podéis alzar vuestra mirada al cielo que ahí estará, sirviendo de guía a los que, como yo, solemos perdernos en las ciudades a las que visitamos.

Más de 500 escalones nos separan desde el suelo a la cima de la torre. Pero no os asustéis, ni que tanta altura os disuada de subir hasta ella. En cada una de las 6 plantas hay pequeñas paradas, especie de descansillos que, ya en tiempos de la construcción, sirvieron incluso a los «pobres» obreros que se encargaron de legarnos esta maravilla.

Los planos de la torre datan de los tiempos en los que Malinas era una de las ciudades más prósperas a nivel comercial. Los señores de la ciudad no encontraron nada mejor que construir una magnífica e inmensa torre para demostrarle a todos el poder político y comercial de Malinas. De hecho, tras su finalización, la torre de la Catedral de San Romualdo, se convirtió en la más alta de los Países Bajos. Porque, hay que contar con que se encuentra inacabada, ya que, en su origen, se tenía pensado que alcanzara casi 160 metros. Pero claro, Malinas era próspera, pero no tanto. Los problemas financieros obligaron a la detención de las obras justo a la altura que hoy la encontramos. Si queréis, en el interior de la Catedral se halla un pequeño modelo de lo que se quiso que fuera en realidad la torre.

Si nos adentramos en su interior, la primera sala que nos encontramos es la Sala de la Grúa. Allí se puede observar el ingenio de los constructores medievales, admirando la grúa y los aparatos que utilizaron para la construcción de la torre. 80 escalones más arriba, en el siguiente piso, se halla lo que antiguamente fue la herrería. Allí un guía nos explicará la evolución de la música del carillón. Porque eso sí, todo hay que decirlo, Malinas es la ciudad por antonomasia de los carrillones, la música de las campanas.

Vista de Malinas desde la torre

Vista de Malinas desde la Torre

Las campanas del campanario de la Catedral de San Romualdo son inmensas, por no decir otra expresión. Una de ellas es la del Salvador, de más de 8000 kilos, fechada en 1640. Los más afamados artistas de campanas elogian el campanario de Malinas como uno de los más famosos e importantes del mundo.

Las próximas tres plantas, (venga, no os canséis aún), nos acercan al antiguo reloj de la torre, del que se conservan las 49 pequeñas campanas de su interior. Un poco más arriba, un nuevo carrillón.

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