De Haan, la Belle Epoque de la costa belga
Pequeña, pero hermosa… Esa es la sensación que se me alojó en el recuerdo cada vez que echo la vista atrás y miro a través de la ventana del tiempo la silueta de De Haan, un pequeño rincón en la costa belga, con una preciosa y tranquila playa, de la que yo creía que poco podía encontrar. Si buscáis un turismo relajado y apacible en Bélgica, De Haan es vuestro destino. Desde Brujas, es una excursión que no puedes dejar pasar.
La costa de De Haan no está tan desfigurada arquitectónicamente hablando. Es decir, la masificación turística a nivel de playa ha llegado a la costa belga. De Haan aún se mantiene virgen, podríamos decir, a los hoteles, las urbanizaciones veraniegas, todo aquello que no nos dejaría apreciar en su totalidad la belleza del lugar.
Una visita a De Haan es como un retorno a la Belle Epoque de principios del siglo XX. El nombre de Haan significa literalmente El Gallo. De acuerdo a una leyenda del lugar, obtuvo este nombre debido a un gallo que fue rescatado por unos pescadores en la costa del pueblo. Cosa más sencilla no se ha podido oir, como lo es esta ciudad.
La realidad, sin embargo, parece otra. De Haan fue abierto para el turismo el 22 de julio de 1888, cuando el Hotel du Coq abrió sus puertas. Poco después, el Estado belga hizo una concesión de 49 hectáreas a dos arquitectos de la región para que construyeran una coqueta playa en la ciudad.
En 1896, la Sociedad Anónima de Coq-sur-Mer empezó a construir pequeños chalets con jardines a su alrededor. La mayoría de estas pequeñas casas aún se conservan, y es lo que le da a De Haan su preciosa imagen de Belle Epoque que ha preservado hasta hoy. Asimismo, durante el siglo XX, la zona se embelleció con bosques y arbustos, que le dan un aire más idílico.
Hoy en día De Haan cuenta con 150 hectáreas de bosque. El estilo de las casas del pueblo tiene una reminiscencia que nos recuerda al estilo inglés, así como a las cabañas de la Normandía francesa. Aquí y allá, las influencias del estilo Art Deco son visibles. Uno de los aspectos más destacados de De Haan es su pequeña estación de tranvía.
El territorio de De Haan comprende ahora cuatro comunidades diferentes. La propia De Haan, Wenduine, Klemskerke, Vlissegem y Vosseslag. El paseo marítimo a través de la costa es uno de los mayores encantos de la ciudad, con un trayecto de unos 2 kilómetros.
La Oficina de Turismo de De Haan se halla junto a la estación de tranvía. Todas las ciudades de la costa belga están unidas por una línea de tranvía. La pequeña estación se construyó en 1902, reemplazando una anterior. Este magnífico edificio tiene elementos decorativos propios del estilo Art Nouveau.