La Iglesia de Santa Walburga en Brujas
Bélgica está llena de iglesias hermosas. En Brujas, la mayoría de los turistas visitarán y se quedarán prendados probablemente con la Iglesia de Nuestra Señora, con su escultura de Miguel Ángel de la Virgen y el Niño.
Sin embargo, hoy os quiero descubrir un secreto. Una de las más bellas iglesias de Brujas suele pasar siempre de largo, sobre todo porque apenas se conoce. Una noche, tras una cena romántica, decidimos pasear por la ciudad. Vagábamos sin rumbo por el centro de Brujas, cuando, de pronto, llegamos a una iglesia, cuya fachada era muy similar a la mayoría de iglesias europeas. Un sonido de música clásica se derramaba desde su interior. No pudimos por menos que aceptar la tentación…
El interior de la Iglesia de Santa Walburga en Brujas es impresionante. Construida a mediados del siglo XVII, y perfectamente conservada, es un maravilloso ejemplo del arte barroco. En el altar mayor, enmarcada en negro y oro, y apoyada sobre columnas blancas, se halla una enorme pintura de la Ascensión de Cristo. El púlpito, de madera y mármol, es exquisito.
Me resultó curioso que esta iglesia abriera las noches de verano. Había mucha gente sentada en sus bancos, oyendo las piezas de música clásica y admirando el conjunto del interior del templo. La noche que la visitamos, un señor, muy amable, nos respondió a todas nuestras preguntas acerca de la iglesia. El ambiente que se respiraba era incluso casi tan excepcional como la propia iglesia.
La Iglesia de Santa Walburga en Brujas, además de dejarnos maravillados, nos enseñó el valor de tomar en consideración el tiempo. Nunca debemos pensar que nada nos podría sorprender en cualquier momento. Son estas sorpresas y estos secretos las mejores experiencias que te traes en el recuerdo de los viajes que haces.
Al descubrir Santa Walburga, con aquella gente allí sentada, maravillada y sorprendida, sentí que el patrimonio de Brujas nos pertenecía durante una noche.
Foto Vía Visit Bruges