Mejillones con patatas fritas, plato típico en Bélgica
A la hora de comer en Bélgica, los restaurantes belgas lo tienen claro: en cualquier menú no pueden faltar los mejillones con patatas fritas, o lo que es lo mismo, les moules frites.
Para algunos tal vez sea una mezcla un poco exótica, incluso extraña, sin embargo no hay establecimiento en Bélgica, sea de lujo o tradicional, que no tenga entre sus platos esta curiosa mezcla.
Y es que tanto los mejillones como las patatas fritas son símbolos de la gastronomía de Bélgica. Os pueden presentar el plato para todos los gustos. Yo lo he visto en un plato normal, o bien servidos en bandejas, a un lado los mejillones y al otro las patatas fritas, y hasta en ocasiones, todo revuelto en una olla negra. Iréis cogiendo los mejillones, y picando las patatas. Eso ya está en el gusto y la forma de cada cual.
Incluso, si te das una vuelta por algunas tiendas de cocina o menaje para el hogar, encontrarás que a estas ollas las llaman ollas de mejillones. Son un poco distintas a las ollas tradicionales, ya que la tapa es una especie de olla más pequeñita, que luego servirá para ir dejando la cáscara de los mejillones. Allí dentro los mejillones vienen rehogados en su propio jugo, y cocinados de muchas maneras. Os los pueden servir con verduras, con nata, crema, al ajillo…
Y las patatas fritas también es otro mundo muy especial. En Bélgica son una devoción, incluso hay museos de las patatas fritas, como el Frietmuseum de Brujas, y es difícil no encontrar en las calles más turísticas puestos ambulantes donde os las venden. Además, para acompañarlas, podéis escoger entre las más de 50 salsas para patatas fritas que hay.
Dicen que la época buena para comer los mejores mejillones se sitúa entre septiembre y diciembre. En Bélgica creo que cualquier época siempre es buena, sobre todo si los acompañáis con una típica cerveza belga, y luego de postre un chocolate tradicional. Ya sé que parece una mezcla un tanto explosiva, pero a los belgas les encanta, y si estamos en Bélgica, y es un menú que está en todos los restaurantes, por algo será, ¿no?.
Foto Vía Ricardo Martins