Recetas de mejillones belgas
Gastronómicamente hablando, en Bélgica podéis encontrar los mejores espárragos blancos, una gran cerveza, un chocolate maravilloso, uvas, quesos sorprendentes, y un largo etcétera. Cuando todo esto lo combinamos con la creatividad, obtenemos la gastronomía belga. No es de extrañar que Bélgica tenga la mayor densidad de estrellas Michelín en sus restaurantes de toda Europa.
Hasta hace unos diez años, los mejillones en Bélgica eran uno de los platos más baratos en los restaurantes de pescado. Hoy en día, las cosas han cambiado, y son uno de los platos más típicos y caros en los restaurantes belgas. Los mejores mejillones son los que se conocen como Goudmerk, aunque los Jumbo también están muy buenos.
Para una buena receta de mejillones sólo nos hacen falta unos pocos ingredientes:
- un kilo de mejillones
- una cebolla grande
- apio fresco
Cortamos la cebolla y el apio en trozos grandes, y lo freímos todo un poco. Añadimos los mejillones y le ponemos un poco de pimienta. Si lo hacemos en una olla, no llenarla entera, sino unos tres cuartos aproximadamente.
Durante cinco minutos lo hervimos todo al máximo de temperatura. Tras los cinco minutos, agitamos un poco la olla, los dejamos reposar tres minutos, y ya tenemos nuestros mejillones listos para servir. La salsa la podemos hacer tomando un poco de lo que quede en el fondo de la olla. Le añadimos un poco de mostaza y un poco de mahonesa, y así tendremos hecha la auténtica salsa de mejillones flamencos.
Entre cinco y siete minutos es el tiempo en el que los mejillones abren sus conchas para poderlos servir. Pero ojo, no os paséis mucho más de ese tiempo, o ya no estarán comestibles.
Hay otras versiones que se pueden hacer, como por ejemplo los mejillones en salsa de vino blanco. Una vez que tengamos hechos los mejillones, se le añade media copa de vino blanco, así de sencillo. El sabor será genial. También tenemos la posibilidad de hacerlos con salsa de ajo, añadiéndoles un poco de crema de ajo