Chaudfontaine y sus aguas termales

A 9 kilómetros de la ciudad de Lieja, siguiendo la carretera sur N-61, se encuentra la ciudad de Chaudfontaine. Apenas cuenta esta ciudad con unos 20.000 habitantes, pero es una de las más conocidas en todo el país, aunque quizás nunca hayáis oído hablar de ella. Desde el siglo XVII es una de las más importantes estaciones termales de la Europa central.

Balneario de Chaudfontaine

Balneario de Chaudfontaine

La Historia detrás del balneario de Chaudfontaine

Simón de Sauveur fue uno de los primeros que, en 1676, comenzó a descubrir los beneficios que tenía el agua caliente que surgía de las fuentes de Chaudfontaine. Desde esa época, las aguas de la ciudad empiezan a ser conocidas en todo el país, llegando multitud de personas no sólo a bañarse en ellas, sino a probarlas y comprarlas. Con estas aguas, los más afamados médicos del país pretendían curar el reumatismo, el escorbuto y las enfermedades de los riñones y el hígado.

Este simple campesino, Sauveur, imaginó que el agua caliente de esta zona podría ser perfectamente aprovechable no sólo para regar los cultivos. Ese mismo año de 1676, creó un estanque para recoger la mayor cantidad de agua caliente que pudiera. Desde esa misma fecha, comienzan a aparecer los primeros pacientes que, más curiosos que otra cosa, se dan los primeros baños en las aguas termales de Chaudfontaine.

Pero Sauveur sabe que lo que está haciendo es ilegal, ya que opera sobre los terrenos del príncipe-obispo de Lieja. Tras muchos años de pleitos y disputas, logra en 1696 el permiso para poder construir un edificio dedicado a los baños. La economía de Sauveur no da para realizar un balneario como él quisiera, por eso acude a las altas magistraturas para que, siempre en aras del bien público, se construya un balneario termal. Desde entonces, los primeros años del siglo XVIII, el balneario de Chaudfontaine comienza a ser conocido y muy visitado en todo el país.

Chaudfontaine

Sobre el Agua Mineral Chaudfontaine

En el siglo XX, el agua se embotella y se comercializa con el nombre de Agua Mineral Chaudfontaine. A partir de entonces, numerosas empresas y fábricas se sitúan a orillas del río Vesdre para comercializar con el agua mineral. En la actualidad, la fábrica que trabaja el monopolio del agua en esta zona realiza unas 15.000 botellas por hora. En el año 2004, Chaudfontaine celebró sus 80 años de historia.

Las condiciones peculiares de estas aguas se fundamentan en el recorrido subterráneo que realizan. Cualquier agua que caiga en tierra es agua destilada, pero las aguas de Chaudfontaine realizan un recorrido que las mineraliza y le proporciona esas condiciones naturales tan importantes. Las altas temperaturas del suelo subterráneo de Chaudfontaine provocan el calentamiento del agua. Numerosos laboratorios se encuentran dispersos en la ciudad, en los que se estudia el proceso de mineralización del agua y los elementos fundamentales que la componen, desde el comienzo al final de su recorrido subterráneo.

La temperatura que suele alcanzar el agua termal es de 55 grados, provocando una fusión perfecta entre el líquido elemento y los minerales. Además, resulta también curioso que, según los estudios de los expertos, el agua que se encuentra en los caminos subterráneos de Chaudfontaine tiene una vida de más de 60 años, con lo que el agua que podemos contemplar o tomar como bebida dataría de lluvias caídas en la ciudad en los años 40.

Por tanto, son aguas vírgenes que incluso, antes de su infiltración, no ha conocido el uso de los plaguicidas, la lluvia ácida u otras nubes radiactivas. Se dice que el agua puede recorrer profundidades de más de 1500 metros.

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