Tohogne, deporte y relajación

Tohogne

A 43 kilómetros de Lieja se encuentra una bella población llamada Tohogne. Un bonito pueblo bordeado por el río Ourthe y el Neblon, donde el patrimonio artístico y arquitectónico nos tienen deparados algunas sorpresas que nos encantarán. El término Tohogne parece que procede de las palabras «ogne», que significa vivienda, y «thot», dios venerado por los escandinavos conquistadores de la antigua Germania. Aún así, para los belgas, Tohogne es un pueblo rodeado de montañas.

Los orígenes de la población se asientan en un poblado romano levantado en este emplazamiento. Durante la Edad Media, Tohogne fue un gran centro de evangelización para la cristiandad. Allí mismo se fundó una importante iglesia en el siglo VII, a cargo del abad Sigolin de Stavelot. En el siglo XIV, Tohogne fue conocida por acoger a los enfermos leprosos de la región, ya que ese siglo fue terrible en cuanto a epidemias en la Europa Central. La leprosería fue fundada en 1340 por Jean de Bohemia, conde de Luxemburgo. La leprosería se convirtió más tarde en una ermita.

En Tohogne podéis visitar la Iglesia de San Martín, un magnífico edificio románico construido en la segunda mitad del siglo XI. Fue sometida a numerosos cambios en el siglo XVIII, siendo completamente restaurada en 1970. La iglesia original pertenece al siglo VII. En el siglo XI se consideraba la iglesia más grande de los Países Bajos, con más de 30 metros de altura y 15 de ancho. Destaca sobre todo su torre, su gran nave románica separada por columnas de las capillas laterales, y un coro de 1682.

En los trabajos de restauración que se llevaron a cabo en 1970, se hicieron dos descubrimientos importantes. Un sótano abovedado bajo la nave central y las murallas de los siglos XVI y XVII. Es muy bonita también la pila bautismal, de piedra caliza de color azul de la escuela del Mosa, de finales del siglo XIII. En muchas de las capillas, a través de preciosas vidrieras, se suelen ver numerosas estatuas de madera policromada del siglo XVI. Entre ellas destaca un calvario, con un Cristo en la Cruz y una Virgen con San Juan.

Alrededor de la iglesia se hallan numerosos edificios de piedra caliza, donde predominan las granjas de los siglos XIX y XX. Los alrededores de Tohogne son fabulosos para la práctica de muchos deportes. El ritmo de la naturaleza nos permitirá elegir entre el senderismo o la bicicleta de montaña. También podemos aprovechar la silueta del río Ourthe para hacer un poco de kayak y rafting.

Asimismo, las montañas que rodean Tohogne permitirán la práctica de la escalada y la espeleología. Los paseos a caballo son a su vez otra de las actividades más recurrentes. Y es que esta zona es una de las mejores para pasar un fin de semana relajante en Bélgica.

Cómo llegar

La mejor forma de llegar a Tohogne es a través del tren. De todas formas, si prefieres ir por carretera, tardarás poco más de 45 minutos desde la ciudad de Lieja.

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