Borgloon, el silencio del tiempo en Limburgo
Oculta entre Tongeren y Saint Truiden, en el centro de la fértil Hesbaye, se halla la encantadora ciudad de Borgloon, un antiguo refugio de la Edad Media que aún nos deja ver detalles pintorescos de esta época. Hoy en día la ciudad cuenta con más de 5000 habitantes, aquellos que en 1976 se fusionaron para dar lugar a este rincón.
Los orígenes de la ciudad tuvieron lugar sobre la cima de una colina, una ciudad fortificada sobre las tumbas de Loon. Hoy en día se trata de un pequeño corazón verde, con hermosas tierras, parques y un próspero castillo, delicia para los turistas que se acercan en primavera.
A pie o en bicicleta podemos recorrer la ciudad y sus alrededores, e imbuirnos en una magnífica paz y calma, valores que siempre vienen bien después del ajetreo y el estrés diario, ¿no?. Borgloon es una verdadera joya del pasado. Sumergirnos en ella es hacerlo en una bellísima historia siguiendo la pista de los condes de Loon. Descubriremos sus castillos, sus iglesias y monumentos de diferentes estilos. Aquí se dice que se respiran tiempos pasados y que incluso las piedras tienen algo que decir.
Comenzamos la visita en el ayuntamiento de 1680, uno de los mejores edificios civiles al sur de Limburgo. El edificio original data del siglo XI, aunque en 1680 fue restaurado bajo arreglos de estilo mosano. Una de las características de este estilo es la situación de la torre, siempre en la izquierda. La torre del ayuntamiento tiene 15 metros de altura. Originalmente fue la residencia de los Condes de Loon.
La Iglesia de San Adolfo data del siglo XII. Se trata de una basílica romana en forma de cruz construida en estilo románico, a la que se le añadió en 1406 la torre gótica. A lo largo de los siglos ha sido uno de los edificios que más ha sufrido las guerras que han asolado la ciudad. En 1904 se restauró por última vez. Tanto el exterior como el interior es muy simple, de estilo románico, aunque alberga muchas obras de arte muy interesantes.
Cerca de la iglesia se halla el Castillo, hogar final de los Condes de Loon. Desde la cima de su colina puede disfrutarse de una de las mejores panorámicas no sólo de la ciudad, sino de toda la región. Podemos visitar también la Capilla de Graekem, hogar construido en los siglos XII y XIII para el descanso nocturno de los peregrinos.
Borgloon definitivamente es un lugar muy tranquilo, muy relajado, en el que podemos pasar un fabuloso día. La paz y la calma que se respiran aquí nos acercarán aún más a vivir su historia, dejándonos recorrer por el paso del tiempo que pasea por sus calles.