Tranendreef, alojamiento curioso en Borgloon
A los que lleváis siguiendo durante mucho tiempo este blog seguro que Bélgica ya no os sorprende. Un país que desde el punto de vista turístico es un gran desconocido, pero que guarda en su pequeñez joyas de valor incalculable. Y a menudo también nos depara sorpresas curiosas como la de hoy…
Para conocerla tenemos que situarnos en la ciudad de Borgloon, en la provincia de Limburgo, 35 kilómetros al noroeste de Lieja. En sus alrededores, camino del Castillo de Hex, encontramos el Tranendreef, una pequeña hilera de árboles viejos, rodeados completamente de un verde intenso, cuyo significado es la avenida de las lágrimas.
De algunos de estos árboles cuelga nuestra habitación. Sí, tal cual, a modo de camping pero un poco en las alturas. Como si fuera un enorme fruto que saliera del tronco. Cuatro tiendas para aquellos que quieran disfrutar un poco de un fin de semana en el corazón de la naturaleza.
En un principio se crearon a modo de esculturas, un arte diferente como podéis ver, pero que con el paso del tiempo se han habilitado como alojamiento. Funcionan como tal desde el año pasado y tienen cabida para dos adultos, aunque también son adaptables si venís con dos niños pequeños.
En el mismo recinto de las tiendas hay también sillas y mesas de madera para tomar el desayuno y otros servicios como lavabos y baños. Al llegar os darán la llave y todo lo necesario para una estancia de camping más que singular.
Eso sí, no funcionan durante todo el año, sino que el tiempo de reservas y estancia va del 21 de marzo al 310 de septiembre. Para más información podéis acudir a la Oficina de Turismo de Borgloon, situada en la Stadhuis Markt, y el precio por noche es de 70 euros. Tal vez más caro que un hotel, pero nunca vais a tener la oportunidad de dormir en un lugar así.
¿Quién se anima a probarlas y contarnos luego la experiencia?
Foto Vía Z33