Jugar al golf en Bélgica
A pesar de la larga tradición golfista de un país como Bélgica, aún tiene que despegar un poco en este sentido. Desde el siglo XIV se venía ya jugando en Bélgica una variante de este deporte. Los distintos campos de golf están muy cerca los unos de los otros, por lo que, unas vacaciones de golf en Bélgica pueden resultar ideales si nos las sabemos organizar bien.
Pero, ¿cuáles son precisamente esos campos de golf que hay en Bélgica?. Pues, en realidad, hay mucho donde elegir. Casi os será más complicado elegir vuestros hoteles que el propio campo de golf. Hay más de 78, pero nosotros hemos querido hacer una pequeña selección de aquellos que son los mejores para practicar vuestro deporte favorito en Bélgica.
El Royal Zoute Golf Club ha acogido el Open de Bélgica en tres ocasiones. Ha sido elogiado por el gran golfista Nick Faldo, y fue votado como el mejor campo de golf de Europa en 1992. Diseñado por Harry Colt, se trata de un par 72, algo complicado, aún más cuando se levanta el viento.
El Royal Ostende Golf Club fue fundado en 1903, y se trata de un campo de golf complicado, con búnkeres estratégicamente situados y una gran cantidad de árboles. Cuenta además con bellas vistas del Mar del Norte y sus dunas. A pesar de ser renovado en 1990, conserva aún su antiguo diseño original.
El Royal Amberes es el campo de golf más antiguo de Bélgica. Fue diseñado por Willie Park en 1888, y modernizado por Tom Simpson en 1930. Siempre resulta un desafío jugar en él, incluso para los jugadores profesionales. Quizás sea uno de los mejores campos de golf del país.
El Royal Golf Club of Belgium parece un campo de golf sacado de un cuento de hadas, ya que incluso cuenta con un castillo. Sus calles son inmaculadas y sus greenes están rodeados de una gran cantidad de árboles y plantas.
Por último os llevamos hasta el Waregem Golf Club, un campo de muchos contrastes. Sus primeros hoyos están situados en una zona montañosa, con magníficas vistas a la región. Mientras que los últimos hoyos están sobre terreno plano, con algunos lagos en el recorrido.
Estos son sólo algunos de los mejores campos de golf del país. Sin duda que debe haber otras joyas muy interesantes para la práctica de este deporte. Lo mejor de todo es que, gracias al tamaño de Bélgica, la mayoría de ellos están tan cerca que se puede jugar en la mañana en uno de ellos, y en la tarde probar con otro.