Singe du Grand Garde, la Mona de Mons

Mona de Mons

Uno de los aspectos que más me gusta de Bélgica y los belgas es su gusto por las cosas sencillas. Son capaces de admirar lo pequeño y darle importancia a lo que para otros pasaría desapercibido. Además muestran un gran cariño por sus cosas, convirtiendo muchas de estas pequeñeces en verdaderos símbolos de sus respectivas ciudades.

De todo esto que os decimos os ponemos un ejemplo. Hoy, nos dirigiremos hasta la preciosa ciudad de Mons, capital de la provincia de Hainaut. Uno de sus principales atractivos es el Hotel de la Ville, situado en la Grand Place.

Pues si os fijáis, justo a la izquierda de la entrada principal, en un pilar, se encuentra la célebre estatuilla en hierro forjardo de la Mona, conocida popularmente como la Singe du Grand Garde.

Esta pequeña estatuilla es uno de los símbolos de la ciudad. Data del siglo XV y aún hoy en día todo el mundo se pregunta el porqué de su origen, aunque muchos hablan de que los monos eran un animal doméstico de compañía muy popular durante la Edad Media, y Mons quiso rendirle así un homenaje. Muchos hablan también de que esta Mona representa el espíritu libre y burlón de Mons.

Dicen que si se acaricia la cabeza del mono con la mano izquierda trae buena suerte. Es más, todo aquel que quiera casarse y acaricie esta cabeza se casará en menos de un año. Sean o no ciertas estas tradiciones, lo que está claro es que la figura de este mono ya estaba en el edificio del Ayuntamiento de Mons en el siglo XVII, además de que la cabeza de la estatua ya tiene un color distinto al resto del cuerpo, de la gran cantidad de manos que durante estos siglos la han tocado.

Al igual que la célebre estatua del Manneken Pis en Bruselas, Mons también tiene su álter ego curioso y sencillo con su Mona o Singe du Grand Garde. Si tenéis pensado visitar la ciudad, no os olvidéis de acariciar la cabeza de esta mona, seguro que os trae mucha suerte.

Foto Vía David.net

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