Las cinco mejores formas de recorrer Gante

Transporte en Gante

La ciudad de Gante es más bien pequeña, tiene apenas 240 mil habitantes en una superficie de 157 kilómetros cuadrados. Moverse por sus calles es bastante simple, pero es fundamental conocer la opciones para optimizar los tiempos. Aquí les brindamos cinco consejos de gran utilidad.

Primero y principal: es una ciudad excelente para trasladarse a pie. Si nuestro lugar de alojamiento está ubicado en una zona céntrica no es necesario tomar medios de transporte públicos, casi todo está al alcance inmediato. Los circuitos parecen estar diseñados a comodidad del turista, con un buen mapa y un buen par de zapatillas es suficiente para visitar los principales puntos de interés.

La bicicleta es otra posibilidad. Se pueden alquilar por menos de diez euros la jornada completa. Los precios son casi todos iguales, y siempre piden una garantía de otros diez euros que luego se devuelven en el caso de que no haya ningún inconveniente por roturas o descuido del equipo.

Esta opción es ideal para quienes se interesen por alejarse de las zonas clásicas y adentrarse en los barrios. Casi no hay pendientes, así que los paseos se hacen de lo más agradables, en especial en épocas de temperaturas cálidas. El lugar indicado para rentar una bicicleta es la estación de Sint-Peeters.

Si la intención es no cansarse y si conocemos con exactitud dónde nos dirigimos, el tranvía es la tercera opción. El boleto tiene un costo de un euro y medio y los ramales conectan todos los puntos turísticos. Es muy fácil llegar desde el Centro histórico hasta casi cualquier lado. Es importante saber que el boleto es más barato si se compra en las gavetas de expendio ubicadas en la calle, por ejemplo en las paradas y en la propia estación. Si nos subimos directamente, el precio es de dos euros.

En un cuarto lugar se ubica el autobús. El precio, tanto en la calle como arriba de la unidad, es el mismo que el tranvía (1,5 euros), pero hace recorridos más largos. Esta opción es recomendable para salir del eje céntrico. La red de autobuses es muy simple de utilizar, está muy bien señalizada y llega hasta la periferia de la ciudad, donde hay centros culturales y propuestas arquitectónicas estupendas.

La última opción -la más cara pero la más romántica- es moverse en barca a través de los canales. No es ideal si estamos apurados, pero el recorrido fotográfico que ofrece es una verdadera maravilla. Aquí hay que estar bien atentos a los precios y a los horarios, ya que no andan durante todo el día ni recorren todos los barrios. Su eje de acción es sólo en un área reducida.

Foto vía: 3viajesaldia

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