Casinos en Bélgica, azar y diversión
Bélgica es un país que, aunque muchos no os lo creáis, está creciendo turísticamente muchísimo en los últimos años. Muchos turistas se acercan hasta aquí para experimentar la belleza natural, la cultura y la historia del pueblo belga. Sin embargo, no todas nuestras vacaciones deben ser una eterna visita a museos y excursiones a pie por la ciudad.
Parejas, grupos de amigos y gentes de todas las edades, cada vez que quieren tener algo de diversión en Bélgica acuden a sus casinos. Bélgica cuenta con ocho casinos, muy conocidos en todo el país. De modo que, tanto los turistas como los ciudadanos belgas, pueden acceder fácilmente a cualquiera de ellos.
El casino más grande de Bélgica es el Casino de Knokke, en la ciudad de Knokke-Heist. Este casino tiene todo lo que un jugador puede desear. Al acercarnos a pie a él podemos observar la maravillosa fachada moderna y clásica, que hacen de este casino un lugar para la elegancia y la diversión.
Lo curioso es que, una vez dentro, los jugadores ya no parecen acordarse de la belleza exterior del edificio. Hay 21 mesas de black jack, y una gran cantidad de máquinas recreativas. Una noche podrían estar jugando al mismo tiempo miles de personas en su interior. Con 50 máquinas de juego y 18 juegos de mesa, uno nunca se aburre en el Casino Knokke. Cuando la diversión se ha acabado, podéis sentaros a comer en los hermosos restaurantes Bis o Mascotte, junto al Casino.
Los demás casinos belgas son mucho más pequeños que el de Knokke. Por ejemplo, el Casino de Blankenberge, con 19 juegos de mesa, en un ambiente muy acogedor. Otro que podemos visitar es el Casino de Chaudfontaine, un lugar con una vida nocturna muy animada.
Otros casinos que encajan en este tipo son el Casino de Spa y el Casino de Namur. No vayáis a esperar unos casinos como los que encontrarías en Las Vegas. Sin embargo, os pueden ofrecer una noche de diversión y animación distinta de la que viene siendo habitual