Amay, la ciudad merovingia de Santa Oda

Colegiata de Amay

Hoy tenemos un encuentro maravilloso con la historia. Nos acercamos a la ciudad de Amay, situada en la orizlla izquierda del río Mosa, entre Huy y Lieja. Ya hubo en la época romana aquí una serie de puentes sobre el Mosa, en la vía romana que comunicaba Tongres y Arlon.

No en vano, en Amay se encontraron los restos de una antigua villa romana del siglo IV y, sobre la colegiata románica del siglo XI, las ruinas de un lugar de culto del siglo VI. Precisamente, el museo arqueológico que se halla en el claustro de la colegiata es muy interesante, ya que ilustra la rica historia de la región.

Sin embargo, lo más extraordinario de Amay sea tal vez el Sarcófago de Santa Chrodoara, una princesa merovingia que se encuentra enterrada bajo el coro de la colegiata, donde aún se puede admirar un precioso y brillante cáliz románico. Este sarcófago de piedra, de gran belleza, data del siglo VII, y no fue encontrado por los arqueólogos hasta 1977.

Es un encanto pasear por las calles de Amay, aunque eso sí, no son muy recomendables para ir con tacones o con el cochecito de un niño. Casi todas ellas son adoquinadas. El interior de la colegiata de San Jorge y Santa Oda fue reformado en los siglos XVII y XVIII. Aunque eso sí, aún se mantienen sus dos torres románicas, y un atercera construida en 1525.

Como os acabamos de decir, vale la pena casi escalar los callejones de la ciudad antigua, el centro histórico de Amay, como la Rue aux Terrasses y la Ruelle Saint Pompèe. Son lugares muy hermosos, que invitan a tomar algo al sol. En esta calle, precisamente, se halla enterrado Joseph Ramoux, alcalde de la ciudad en el siglo XIX, quien se negó a ser enterrado en el cementerio al ser un francmasón.

Desde la oficina de turismo de Amay os pueden hablar de la Ruta de Santa Oda, un recorrido marcado con rectángulos rojos, que hará que no os perdáis ningún lugar de interés de la ciudad, incluyendo su torre del siglo XII, cerca de la carretera del ferrocarril, y algunas casas de los clérigos.

Para saber un poco más sobre Santa Oda, Santa Chrodoara en merovingio, podemos cruzar el río Mosa hasta Ombret, siguiendo los pasos del puente romano. En una colina, según cuenta la leyenda, dicen que la santa arrojó su bastón para determinar el lugar exacto en donde debía construirse un lugar de culto. Desde aquí se puede ver toda la ciudad de Amay.

Información adicional

La colegiata y el museo no están abiertos por la mañana. En temporada alta, abre también los sábados y domingos por la tarde. Cerca de la colegiata hay una oficina de turismo que vende folletos de rutas y paseos por Amay al precio de un euro.

Foto Vía Belgium Vieuw

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