La Iglesia de la Santa Cruz en Lieja
Nos encontramos casi saliendo ya del centro histórico de Lieja, una gran ciudad industrial pero que cuenta con un patrimonio artístico y cultural que merecerían la pena una visita especial. Os podéis encontrar con verdaderos tesoros, como el que tuve la suerte de contemplar. Se trata de la Iglesia de la Santa Cruz, un hermoso templo cuyo origen se remonta al siglo X.
Sin embargo, no será hasta el siglo XIII cuando veamos la imponencia de su estilo que, por cierto, resulta muy original, ya que se trata de una tradición renana muy llamativo a simple vista. Curiosamente esta iglesia fue una de las siete que sobrevivieron en Lieja a la Revolución Francesa, que tantos estragos hizo en Bélgica, convirtiéndose en iglesia parroquial desde 1802.
Ya los alrededores del templo es de interés, ya que por aquí cerca se hallan el Palacio de los Príncipes, la Plaza Saint Lambert y el Teatro Real. Si entráis en la iglesia os encontraréis con un templo deslumbrante, compuesto de tres naves y una serie de cuadros y estatuas de los siglos XVII y XVIII. También es de gran interés la tumba de mármol negro del canónigo Millermans, muerto en 1558.
Sin embargo, lo que no tenéis que dejar de ver si tenéis la oportunidad de recorrer esta iglesia es su tesoro, con algunas piezas de valor incalculable. Entre ellas el tríptico de la Vera Cruz, un relicario del siglo XII atribuido a Godofredo de Huy, y sobre todo la Llave de San Humberto, otro relicario de la Edad Media, que data en parte del siglo VIII y otro de principios del siglo XIII.
No me extraña que para muchos la Colegiata de la Santa Cruz sea uno de los secretos mejor guardados de Lieja. Afortunadamente, cuando la visitamos estaba siendo restaurada, aunque aún así podéis visitar su interior y daros cuenta de su belleza. La luz que entra por sus impresionantes vidrieras le dan un realce francamente inmejorable.
Sin lugar a dudas, vuestro paseo en Lieja tiene que pasar por esta magnífica iglesia. Esperemos que, cuando vosotros vayáis, la podáis gozar en todo su esplendor, ya que, además de su llamativo estilo exterior, guarda dentro tesoros incomparables, tanto desde el punto de vista histórico como artístico.
Foto Vía Belgium View