La Plaza de Saint Lambert en Lieja

Palacio del Pr?ncipe-Obispo en la Plaza Saint Lambert de Lieja

La primera de las grandes edificaciones que se construyó en la Plaza de Saint Lambert fue el Palacio del Príncipe-Obispo hace mil años. En el 1085 fue destruido por un incendio, para ser inmediatamente reconstruido por Rudolf von Zahringen, príncipe-obispo de Lieja, y obispo de Maguncia. Este segundo palacio se vio muy dañado en 1468 durante el saqueo al que fue sometida Lieja por las tropas de Carlos el Temerario, Duque de Borgoña.

El Palacio fue de nuevo reconstruido en 1526 por Erard de la Marck. Se encargó la obra al arquitecto Arnold van Mulchen, quien también construyó la Basílica de San Martín y la Iglesia de San Jaime de Lieja. La reconstrucción, con elementos góticos y renacentistas, se terminó a finales del siglo XVI. El edificio se ornamenta con 60 columnas con capiteles muy decorados. También se pueden distinguir en su fachada varios bufones y otras figuras alegóricas del Renacimiento.

Otro incendio asoló la fachada sur del edificio en 1734. Jean-André Aneessens se encargó de la reconstrucción, en estilo de la regencia francesa imperante en la época. El propio escritor francés Victor Hugo escribió sobre el patio interior del palacio: «en ninguna parte he visto una construcción tan notable, seria y grandiosa al mismo tiempo».

Hoy en día alberga el palacio provincial del gobierno, así como los tribunales de justicia de Lieja. Sólo abre para los turistas con carácter excepcional, o bien sobre aviso con la Oficina de Información Turística, en la calle Feronstrèe.

Hasta la Revolución Francesa, la Catedral de Nuestra Señora y Saint Lambert de Lieja se situaba frente al palacio, en lo que hoy es la Plaza Saint Lambert. Se trataba de una de las catedrales más grandes de la Europa central, pero fue derribada por los revolucionarios en 1794. Originalmente estaba construida en el lugar exacto donde fue asesinado en el 705 Saint Lambert, obispo de Tongeren y Maastricht.

Catedral de Saint Lambert en Lieja

La primera catedral se levantó en el siglo VIII. Una de las particularidades de esta catedral era que tenía la entrada a los lados, en vez de en el eje de la nave. En abril de 1185, el mismo incendio que destruyó el palacio dejó la parte izquierda de la catedral en ruinas. En el 1189 ya estaba consagrada una nueva catedral gótica, aunque todo el edificio no se concluyó hasta 1433, cuando se le añadió la torre del reloj, de 134 metros de altura.

La nueva catedral tenía 96 metros de largo, y una anchura, con las capillas laterales, de 37 metros. Sus dimensiones eran muy similares a la Catedral de Notre Dame de París. Si hoy existiera así aún sería la catedral más alta de Bélgica y la novena del mundo.

Durante el movimiento anticlerical de la Revolución Francesa se decidió que la Catedral de Lieja simbolizaba el poder de los príncipes-obispos, y por tanto, tuvo que ser derribada. Menos mal que el palacio corrió mejor suerte. La destrucción de la Catedral se inició en 1794, pero las torres no se derribaron hasta 1803.

La Plaza de Saint Lambert alberga hoy en día el Arqueofórum de Lieja. Se ha trabajado durante un siglo en las excavaciones efectuadas en el lugar de la antigua catedral. Hoy en día podemos ver exposiciones relacionadas con las diversas catedrales construidas sobre el terreno a través de los tiempos, además de una anterior villa galo-romana, e incluso objetos del Paleolítico y el Neolítico.

El arqueofórum está abierto todos los días del año, de 10.00 a 18.00 horas. Cierra los lunes, el 25 de diciembre y el 1 de enero. Hay visitas guiadas en cinco idiomas (inglés, francés, alemán, holandés y español)  cada hora, desde las 10.00 a las 17.00 horas. La entrada tiene un precio de 5,50 euros. Hay descuentos para estudiantes, familias y grupos.

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