Las marchas de Entre-Sambre et Meuse
Declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012, las Marchas Folclóricas de Entre Sambre et Meuse son un conjunto de marchas militares tradicionales que tienen su origen en las procesiones religiosas de la Edad Media. Son pasos musicales que por su origen deberían considerarse religiosos, pero que por su aspecto, formación y musicalidad, muchos considerarían dentro del ámbito militar.
Independientemente de su consideración, responden estas marchas a una clara identidad de todas las localidades situadas entre los ríos Sambre y Mosa, en la Valonia belga.
Dicen de estas marchas de Entre-Sambre-et-Meuse que tuvieron sus origenes entre la Edad Media y el siglo XVII. Algunos las relacionan directamente con las epidemias de peste sucedidas en aquellas épocas, cuando los aldeanos se encomendaban a sus santos locales para evitar ser azotados por la plaga. Es por eso que no hay una fecha concreta asociada a la celebración de estas fiestas tradicionales, aunque todas ellas coinciden al periodo comprendido entre los meses de mayo a octubre, cada una en un función de la fecha del patrón local del municipio.
Por aquel entonces, en sus inicios, eran los mismos aldeanos los que acompañaban en procesión a su santo, entre himnos y cánticos; sin embargo, con el paso de los años, la tradición se secularizó, e incluso se crearon asociaciones encargadas de mantener esta tradición y enseñarla de padres a hijos hasta el punto de que se pueden contar de completas dinastías familiares de tamborileros o pífanos, que van transmitiendo oralmente a sus descendientes sus conocimientos. Hoy día, cada compañía está organizada oficialmente por un comité que es quien se encarga de elaborar el recorrido y garantizar el perfecto funcionamiento de la procesión y las marchas que se tocan.
Tampoco los uniformes surgieron en el mismo instante de sus origenes. Éstos comenzaron a adoptarse mucho después y de hecho, algunas de las compañías portan uniformes de la época napoleónica, en torno a los años 1800 a 1815, y otros de la armada belga, de la holandesa, o incluso de los gendarmes locales.
Generalmente cada una de las fiestas dura en torno a tres días, de los cuales el día más importante es el domingo cuando al alba los tambores despiertan a todos los habitantes de la localidad. Se prepara la procesión que va encabezada por hombres uniformados a los que se distingue por el curioso delantal blanco que llevan. Tras ellos van ya, como si de un regimiento se tratase, desfilando, las diferentes compañías, todas al son de las marchas folclóricas.
Puedes ver aquí la lista completa de:
Foto vía oficina de turismo de Valonia
Muy buena información, siempre tuve la idea que era una marcha militar, gracias.
De nada, José A. Un placer.
Saludos.