Hotton, el abrazo de la piedra y el agua

Hotton

A unos 60 kilómetros de la ciudad de Lieja se erige el pequeño pueblo de Hotton, de apenas 5000 habitantes. Su belleza es una firme alianza entre la piedra y el agua. El río Ourthe baña la ribera derecha del mismo, dejando a su paso una sucesión de arroyos que abastecen de agua a la ciudad. Múltiples fuentes, caños de agua, manantiales excavados en la piedra caliza del subsuelo, que conforman una serie de grutas y cuevas, una de ellas, la más famosa, lleva por nombre la Cueva de las Mil y una Noches.

Es una tierra de refresco para los amantes de la naturaleza. Una ciudad que ofrece la frescura y la variedad de paisajes y una verdadera riqueza natural, con una historia paisajística que parte del Neolítico. La piedra caliza y las piedras de color azul son una parte importante del pueblo, como la que se ve en la Rue Haute. En ella sobresalen el Molino Faber y la Casa Godenir, de gran valor en la población.

Hotton es el núcleo central y administrativo de esta región. Es muy conocido y visitado el cementerio británico, con más de 600 tumbas de soldados ingleses que murieron aquí en la Segunda Guerra Mundial. Un poco antes podéis visitar el Castillo de Ny, del siglo XVII. En su origen estaba rodeado por un foso y un puente levadizo. Hoy en día hay un parque bellísimo a la entrada, y en su interior, se crían los caballos islandeses. También os podéis alojar en él, o serviros de restaurante.

Hotton es un pueblo en donde pueden encontrarse el mayor número de fuentes del país. Precisamente, en la calle de las Fuentes, se levantan muchas de ellas, en piedra caliza. En el centro de esta calle se halla una bellísima iglesia terminada en 1855, aunque la torre que muestra es del siglo XVII. Dentro alberga una preciosa estatua en madera de una Virgen con el niño y una estatua de Santa Ana del siglo XVI. El exterior se remata con un enorme crucifijo de hierro fundido que data de 1792.

Cueva de las Mil y Una Noches

Cueva de las Mil y Una Noches

Uno de los símbolos de la ciudad se encuentra en la Rue Haute. Es el Kiosko de Hotton, al extremo de la islista de Oneux. Fue construido en 1930 y fue restaurado en 1983. Hoy se usa como un pequeño templete para conciertos. Tras la Segunda Guerra Mundial, Hotton tuvo que reconstruir su iglesia mayor. Se construyó un hermoso y grandioso templo de piedra caliza. El interior es precioso, sobre todo el impresionante órgano con el que, cada año nuevo, se organizan uno de los mejores conciertos de música clásica.

La belleza paisajística de Hotton es indudable. La enorme arboleda del Parque del Consejo es ideal para tomarnos un pic nic al fresco. Ofrece una torre desde la que podemos ver las mejores vistas panorámicas de Hotton y de los pueblos limítrofes. Desde allí acercaros al jardín Calestienne, donde admiraréis una rica y variada flora natural, específica de las tierras de caliza.

Famosas son las Cuevas de Hotton, descubiertas en 1958, unas de las más bellas del país y la más alta situada en Bélgica. Las aberturas de las cuevas han sido formadas durante los siglos por el discurrir de las aguas sobre la piedra caliza. Son maravillosas habitaciones desde la que se puede llegar a oír el caminar del agua por el subterráneo de las cuevas.

Otras cuevas de indudable belleza son las del Port Aive, con una galería de entrada de 30 metros de largo. A finales de 1944 los alemanes establecieron un puesto de mando dentro de la cueva, y no la trataron muy bien que digamos. Corresponde al neolítico, y en ella aún siguen trabajando los arqueólogos, por lo que la visita a veces está suspendida temporalmente.

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