Ruinas medievales en los alrededores de Dinant

Poilvache y las ruinas del Castillo en la colina

El maravilloso y pintoresco pueblo de Dinant, de apenas 13.000 habitantes, se halla asentado bellamente en la confluencia de los ríos Mossa y Lesse. Curiosamente, es la ciudad natal de Adolphe Sax, inventor del saxofón, y también lugar de elaboración de la cerveza Leffe, una de las cervezas belgas más conocidas del mundo. Pero Dinant también es el hogar de una serie de ruinas muy interesantes que, para los amantes de la historia y el patrimonio, no deberíais dejar pasar.

Cinco kilómetros al norte de Dinant se hallan las ruinas del Castillo de Poilvache, que data de los siglos XIII al XV. Esta extensa fortaleza medieval fue una de las más grandes del valle del Mosa. No era propiedad de un señor, sino del preboste de Poilvache, es decir, un militar. La ciudad de Poilvache aparece por primera vez nombrada en 1228, bajo el orden de los condes de Luxemburgo. En 1343, María de Artois, condesa de Namur, adquiere el castillo.

El Castillo fue destruido en 1430 por las tropas del príncipe-obispo de Lieja. Sin embargo, Poilvache sobrevivió como entidad propia hasta la Revolución francesa. Para visitar estas ruinas podéis hacerlo todos los días de los meses de julio y agosto, de 10.30 a 18.30 horas, y los fines de semana de abril a junio, y de septiembre a finales de octubre. La entrada es gratuita.

En el pequeño pueblo de Bovignes, al norte de Dinant a través del río Mosa, se hallan las ruinas de la fortaleza de Crevecoeur, uno de los castillos feudales más famosos de los alrededores de Dinant. La fortaleza original fue construida por Godofredo, conde de Namur, en el siglo XI. Henry el Ciego de Luxemburgo la rodeó con muros en 1176. Los calabozos se construyeron a principios del siglo XIV, cuando Bovignes y Dinant entraron en guerra.

Ruinas de Montaigle

En 1554 el rey Enrique II de Francia se refugió en este castillo. Cuando todos sus caballeros murieron en la batalla, la esposa del rey prefirió lanzarse al vació por las almenas del castillo, antes de rendirse al enemigo. Esta historia trágica es la que da nombre en francés al castillo (Crevecoeur=corazón roto). Estas ruinas están abiertas durante todo el año y la entrada es gratuita.

A pocos kilómetros de Dinant se halla el pueblo de Montaigle, y sobre una roca en la confluencia de los ríos Molignée y Flavion, se hallan las ruinas del Castillo de Montaigle, que fue ocupado ya por los romanos desde el siglo III. La fortaleza medieval la construyó a principios del siglo XIV la familia Dampierre, señores de la provincia de Namur en aquella época.

Este castillo entró en guerra en la célebre Batalla de las Espuelas de Oro, en 1302, en la que las tropas francesas del rey Felipe IV fueron derrotadas por los rebeldes flamencos. Las ruinas abren de lunes a viernes, de 13.00 a 16.00 horas. La entrada tiene un precio de 4 euros para los adultos, 3 euros para los jóvenes de 13 a 18 años, y 2,50 euros para los niños menores de 13 años.

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