El río Escalda en Tournai
El río Escalda, como cualquier río de cualquier gran ciudad, siempre ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de la ciudad medieval de Tournai. El agua como fuente de comunicación, como sistema de defensa militar o como drenaje natural. El aspecto actual del Escalda, con sus muelles, se remonta al siglo XVIII. Antes de la labor iniciada durante el reinado de Luis XIV en 1684, el cauce del Escalda era amplio, con suaves pendientes y lleno de grandes obstáculos, como bancos de arena, puentes y arcos. Las casas estaban casi al borde del agua.
La navegación no era fácil en el Escalda. Todo se improvisaba a la destreza del navegante. El fondo del río estaba lleno de rocas y piedras, por lo que los pequeños barcos debían de tener mucho cuidado al navegar. Para colmo de males, la peor zona era la que estaba junto a los molinos.
El monopolio de unos cuantos navegantes, con los abusos que ello generaba, y las malas condiciones del tráfico marítimo, empujó a varias ciudades, como Tournai, a construir, a partir de 1564, nuevos diques y limpiar el fondo de los ríos. Los trabajos, empeorados por las contínuas inundaciones, sólo se lograron terminar en el reinado de Luis XIV.
18 de los 21 molinos y fábricas que se hallaban a orillas del Escalda se encontraban en el centro de la ciudad, en un área a 400 metros de distancia de los muelles del puente de Pont. Fueron construidos en piedra de mampostería, y tenían planta cuadrangular. La mayoría se utilizaban para moler cereales, solían mover sus aspas los martes, jueves y sábado, estando los demás días dedicados a la navegación, salvo los domingos.
A menudo, las aguas del Escalda también se usaban con fines militares. Sus aguas han servido para frenar el avance de los enemigos que se acercaban a la ciudad. A modo de presa, se bloqueaban las aguas por encima del cinturón de las murallas. Por ejemplo, en 1521 se detuvieron así a las tropas de Carlos V, que venían en rescate de Francisco I. En 1581, otro ejemplo, Alejandro Farnesio de Tournai pudo defenderse, cuando se rebeló contra Felipe II, y años más tarde se logró repeler los ataques de las tropas francesas y neerlandesas.
Para satisfacer las necesidades de agua de los habitantes de Tournai, la ciudad se dividió en 220 distritos, que se encontraban bajo la autoridad de un comisario encargado del mantenimiento y equipamiento de los pozos de cada distrito. Y es que las aguas del Escalda en Tournai eran una materia prima esencial para la mayoría de los oficios de la Edad Media en Tournai, sobre todo la cerveza, los tintes y la industria textil.
Veinte fábricas de cerveza se encontraban a orillas del Escalda, así como las casas de los gremios de lo tintoreros, en la rue de la Tannerie, donde también se hallaban los curtidores.