La Gran Torre de Enrique VIII en Tournai

Museo de Armas

Tournai tiene el enorme privilegio de ser la única ciudad belga que fue inglesa. El rey Enrique VIII, que decía ser monarca de los ingleses y de los franceses, quiso hacer un viaje para inspeccionar sus posesiones, y en junio de 1513 desembarcó en Calais con un poderoso ejército. Hizo alianza con Maximiliano de Austria, cuyas ambiciones eran mayores que las del propio Enrique. Maximiliano insistió no avanzar hacia el sur sin antes asediar primero a Tournai.

De hecho, el nieto de Maximiliano, Thomas Wolsey, que ya era señor de Lincoln, y que fue propuesto para el cargo por el cardenal de York, deseaba a toda costa la anexión de Tournai, sobre todo por el ingreso anual de 80.000 libras que le reportaría esta ciudad. Después de tres días de asedio, Enrique VIII, que acampó a las afueras de la ciudad en Lagache Farm, fue llamado por la Magistratura de la ciudad para entregarle las llaves de Tournai.

Enrique VIII y su ejército hicieron una entrada triunfal en la ciudad por la Puerta de Santa Fontaine, hoy rúe de la Madeleine. El lujo de su séquito causó gran sensación. Los inicios de la ocupación fueron cordiales, ya que Enrique VIII quiso revestir a Tournai con las mejores obras de arte y los mejores artistas de la época. Pero poco a poco las buenas condiciones fueron empeorando. Los impuestos no llegaban a pagarse y así comenzaron las hostilidades.

Los soldados de la guarnición comenzaron a frecuentar las tabernas de la ciudad, con lo que la inseguridad en Tournai fue creciendo cada vez más. Esto propició que Enrique VIII tomara la determinación de albergar a todos sus soldados ingleses en un recinto especial y fortificado, para tenerlos bajo su custodia.

El distrito de Bruille fue el lugar elegido por el monarca. En ese momento la ciudad, que estaba rodeada por fuertes murallas, que hoy se corresponden con sus bulevares, se dividió en dos partes, con el río Escalda señalizando la división. Lo primero que hizo fue abrir el muro para construir una torre y una muralla que conectara con el Escalda a lo largo de la Place Verte, con un profundo foso. Esta torre fue la que hoy se conoce como Torre de Enrique VIII.

Desde esta Gran Torre se podían apostar los arqueros de la ciudad sin perder sus objetivos a una distancia de 200 metros. El distrito de la Torre tuvo también su iglesia, el hospital de San Andrés y la Casa Real. Durante el inicio de la ocupación, el ejército de Enrique VIII se había guarecido en el distrito de San Piat, hoy rúe des Ingers.

En tiempos de la sangrienta represión de los protestantes, bajo el reinado de Felipe II, Tournai pasó por una etapa de su historia crucial. En 1667 la ciudad pasó a manos de Luis XIV. Fue ahí cuando comenzó a recuperarse para pasar a ser la capital de Flandes. Todo coincidió también con el uso marítimo del Escalda en 1683.

El muro de la Place Verte fue derribado y las piedras se usaron para la construcción de los muelles. De todas las grandes fortificaciones que tuvo Tournai hoy en día sólo nos quedan 60 torres y 18 puertas. Hay que decir que esta Torre de Enrique VIII también estuvo a punto de desaparecer, ya que se llegaron a colocar incluso explosivos para su demolición, pero una rápida orden del MInisterio belga detuvo la explosión.

Hoy esta Gran Torre alberga el Museo de Armas y de Historia Militar.

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