La Torre Negra en Bruselas
Los que no han tenido la oportunidad de viajar a Bruselas pueden tener una visión muy particular de esta ciudad. Sobre todo por el hecho de estar allí concentrados los edificios administrativos y oficiales de la Unión Europea. Pero la capital belga tiene muchísimos detalles y joyas por descubrir.
Desde las más llamativas, como la Grand Place o el Atomium, a otras que resaltan por su curiosidad. Entre estas últimas hoy os quiero destacar la Torre Negra, uno de los pocos vestigios que quedan aún en pie de las viejas murallas de la ciudad, que fueron construidas en el siglo XII.
La Torre Negra o Tour Noir la encontramos en la Plaza de Santa Catalina, justo detrás de la iglesia del mismo nombre, y además de su historia destaca el hecho de estar casi absorvida por otros edificios más modernos, entre ellos el Hotel Novotel. Tal vez en cualquier otra ciudad resultaría una visión un tanto estridente, pero en Bruselas no.
La Torre Negra tiene su origen, como decimos, en el siglo XII. Durante el XIV dejó a un lado su carácter defensivo para convertirse en alojamiento, ya que años antes pasó a ser de propiedad privada, pero a partir de ahí pasó un tanto al olvido, aunque en el XVI llegó a ser una de las famosas tabernas de la ciudad, la In de Toren.
Sin embargo fue a partir de aquí cuando la torre fue completamente abandonada. Tanto es así que no sería hasta finales del XIX cuando fue descubierta de nuevo como edificio de interés turístico. Se rehabilitó y en 1937 se le declaró Monumento Histórico de Bruselas.
Os recomiendo la visita a esta torre de noche, cuando su iluminación azul le da un toque bastante curioso y llamativo. En la Plaza de Santa Catalina hay muchos bares y restaurantes para ir a cenar y luego echarle un par de fotos a la torre.
Más que la arquitectura del edificio en sí resulta llamativa su ubicación, rodeada por una parte de la fachada del Hotel Novotel.