Un día romántico de San Valentín en Bruselas

Vista de Bruselas

Bruselas puede ser tu destino perfecto en San Valentín si eres una persona romántica a la que además gusta el chocolate, uno de los mejores regalos que pueden hacerse en un día tan simbólico. Por eso quiero proponerte un día «gastronómico», en el que disfrutar no solo del chocolate más tradicional belga, sino también de la rica gastronomía bruselense, amén de dar un agradable paseo por un zona que a mí, particularmente, me resulta tranquila e ideal para hacerla en compañía, que es en los alrededores del Palacio Real hacia el Grand Sablon.

Paseo romántico por Bruselas

Nuestro paseo matutino debe comenzar en la Grand Place, el símbolo arquitectónico de Bruselas, y para muchos, la plaza más bella de Europa. Si no habéis desayunado en el hotel, os recomiendo que lo hagáis sentado en la terraza de alguno de los locales que hay aquí, si queréis disfrutar de su ambiente. Si preferís algo más íntimo, y saborear el que puede que sea uno de los mejores cafés de Bruselas, entonces os recomiendo que os acerquéis al Aksum Coffee, que se encuentra a apenas 300 metros de la Grand Place, a 5 minutos a pie, en la Rue des Eperonniers. Como digo, probad el café, que está riquísimo, y algún trozo de tarta, que tienen buena variedad (ya que estamos, os recomiendo la de fruta de la pasión, apropiada para el día).

Con un buen desayuno en el cuerpo, y una vez hayáis admirado la belleza de los edificios de la Grand Place, os recomiendo, para continuar con la ruta gastronómica, que entréis en la tienda de chocolates Godiva que tiene en la plaza. Es la de más fama de la ciudad, aunque los precios son un tanto prohibitivos. Sin embargo, esta tienda vende para este día unos chocolates que son únicos en el año, elaborados solo para el día de San Valentín. No obstante, si queréis comprar chocolate para disfrutarlos en la habitación cuando llegue la noche, esperáos a llegar al Sablon que allí os recomendaré otra tienda con mejores precios.

En la Grand Place, además, podéis visitar el Ayuntamiento, impresionante monumento gótico, y la Maison du Roi, en estilo gótico brabantino. Por cierto, y aunque no sea tan romántico, en el número 10 está el Museo de la Cerveza.

Más información: la Grand Place de Bruselas

¿Qué os parecería ahora ir al Museo del Chocolate, el Choco-Story?

Lo abrieron no hace mucho, en el año 2014, pero ya os podéis imaginar lo que allí encontraréis: toda su Historia, no solo desde que se empezara a tomar, sino todo el proceso de fabricación en el que además disfrutaréis de degustaciones y de la explicación de un maestro chocolatero. Si queréis saber más, ésta es la web oficial. Eso sí, tened en cuenta que el museo cierra a las 17 h. La entrada cuesta 6 euros y se encuentra en la rue de la Tète d’Or, una bocacalle anexa a la Grand Place.

Choco Story Bruselas

Degustación en el Choco-Story

Cuando salgáis, dirigíos ahora hacia las Galerías Saint Hubbert por la Rue de la Colline, establecidas en un elegante edificio del siglo XIX. Allí podréis pasar por una de esas clásicas galerías interiores que tanto se ven por el Norte de Europa, donde abundan las tiendas, muchas de ellas de lujo. Los precios son altos, pero es un momento para pasear viendo escaparate y disfrutando de sus aires elegantes.

Para saber su historia: Galerías de Saint Hubert

A la salida de las galerías, casi enfrente, podréis ver la enorme fachada de la catedral de San Miguel y Santa Gúdula. Dedicadle solo unos minutos para entrar y echarle un vistazo al precioso púlpito que hay en su interior. Es magnífico.

Para saber más: la Catedral de San Miguel y Santa Gúdula

Llega el momento, a partir de aquí, de adentrarnos en la Rue Royale, y pasear por los jardínes reales. Como cabecera de los mismos os encontraréis el Teatro Real, frente a él, el Parque de Bruselas, el Warandepark, y al final de éste, el Palacio Real. Desde la plaza que hay frente al Palacio, al estar en alto, tenéis unas magníficas vistas de Bruselas. Si os fijáis, hay unas escalinatas amplias que suben hasta la zona donde estáis, y la verdad es que el conjunto, es como para tomar algunas fotos como la que véis en el encabezamiento. Por cierto, al ladito tenéis el Museo Magritte, por si os apetece algo de arte surrealista.

Continuando por la Rue Royale llegaréis hasta el Grand Sablon y el Petit Sablon.

Llega la hora del almuerzo. A apenas 200 metros del Grand Sablon, bajando por la place du Grand Sablon en dirección a la rue de Rollebeek, se encuentra el que dicen es el mejor restaurante de Bruselas, Le Rabassier. Es un restaurante caro, eso sí, pero es que el día y el lugar lo merecen. Tienen platos únicos de cocina belga y francesa, una atención exquisita y una presentación realmente bonita. No te ponen cantidad, pero lo que ponen es exquisito. Además, cuentan con un menú degustación. Aquí tienes su web.

Cuando salgáis, volved sobre vuestros pasos. Muy cerca, en el Sablon, se encuentra otra de las maravillas gótico brabantino de Bruselas, la Iglesia de Notre Dame du Sablon, un lugar que quizás por estar un poco más afuera de las rutas turística, no está tan recomendado en las guías. Una vez la visitéis, dáos una vueltecita por los jardines del Grand Sablon y del Petit Sablon. Aprovechad y pasad un ratito íntimo sentado en uno de sus bancos interiores. Son jardínes pequeños, no penséis que es un parque, pero están muy bien decorados y sobre todo se respira dentro tranquilidad e intimidad.

Sablon e Iglesia Notre Dame du Sablon 01

Sablon e Iglesia Notre Dame du Sablon

Como os comenté, en el Sablon hay bastantes tiendas de chocolates, y más baratas que en la Grand Place (aunque siguen siendo caras en comparación a España). Una de las más recomendadas es la de Wittamer, muy elegante, y donde te puedes tomar un excelente chocolate belga a la taza, pero también hay una chocolatería de Neuhaus y de Leónidas.

Por la tarde podríamos entrarnos hacia el barrio de Les Marolles, una zona con un sabor muy tradicional, alejado de lo turístico de Bruselas. O bien podemos marchar hacia otra zona de Bruselas que siempre me ha parecido encantadora para por la tarde noche: la zona del barrio de Saint Catherine.

Para llegar a ella desde el Sablon andando son unos 50 minutos, de modo que lo mejor es tomar el autobús, la línea 95, en la parada del Petit Sablon, y bajaros en la parada de «Bourse», que os deja cerca del edificio de la Bolsa. Desde ahí, andando pueden ser unos 10 minutos.

Curioso, pero le llaman el «estómago de Bruselas», porque es ahí donde están buena parte de los restaurantes de pescado de la ciudad. A fin de cuenta, antiguamente era un barrio de pescadores y antiguo puerto de Bruselas.

Barrio de Saint Catherine Bruselas

Barrio de Saint Catherine Bruselas

La zona es realmente bonita y con cierto sabor añejo. Encabezada por la Iglesia de Saint Catherine, y delimitada por el Beginjhof en las cercanías, y por los muelles, las calles cuentan con puestos callejeros tradicionales, con muchos escaparates en los que se ofrece pescado y marisco, y con bares, restaurantes clásicos y tiendas de comida de todo tipo donde podréis comprar desde cervezas a quesos. Aquí, por ejemplo, está la que dicen es la tienda de quesos más antigua de toda Bélgica, la Crèmerie de Linkebeek, fundada en el año 1902. También podéis andurrear por la rue Antoine Dansaert, una calle muy comercial con tiendas muy diferentes…

Y para cenar… pues aquí hay mucho donde recomendar. Quizás lo mejor es dejarse guiar por vuestra intuición, pues si andáis la zona, a buen seguro que os iréis fijando en uno u otro sitio. Solo algunas recomendaciones para que os sirvan de guía: en A Tapas, en la rue St. Catherine (donde podréis «tapear»), o en la Brasserie Jaloa (cerca de la iglesia y con una bonita terraza), podréis comer ostras…

Un día romantico en Bruselas

Recorrido propuesto (empezando por el Aksum Coffee)

Alojamiento en Bruselas

Os estaréis preguntando por el hotel, porque hasta el momento no he dicho nada. Quería reservarlo para el final, para la noche, que a fin de cuentas, para eso está… Si no os importa el precio, os recomiendo el Hotel Amigo, en el mismo centro de Bruselas, junto a la Grand Place, un establecimiento de 5 estrellas que está ubicado en una antigua prisión, en un edificio histórico. No os asustéis por lo de la prisión, porque el edificio es encantador. Si se os va de precio, y buscais algo un poco más asequible, tenéis el The Dominican, en la rue Leopold, entre las Galerías Saint Hubert y la Catedral.

De todos modos, os dejo un enlace con una serie de hoteles encantadores que recomendé no hace mucho:

A partir de aquí ya solo me queda desearte que pases un feliz San Valentín.

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