Veurne, la perla flamenca

Como sabéis, Bélgica presenta numerosas joyas dentro de su territorio dignas de descubrir. Es por ello que no tenemos únicamente que dejarnos llevar por las maravillas de las ciudades más turísticas del país, sino que, si podemos y tenemos la ocasión, visitar otros lugares con un encanto especial. Hoy os acercamos a una pequeña población de menos de 15.000 habitantes, dentro del Flandes occidental, cuyo nombre es Veurne, Furnes en francés, un auténtico tesoro por descubrir.

Grote Markt de Veurne

Grote Markt de Veurne

La ciudad de Veurne conjuga maravillosamente el aspecto flamenco con el recuerdo de la antigua dominación española. Curiosamente, fue la única ciudad belga que no llegaron a tomar los alemanes en la Primera Guerra Mundial, de ahí que en aquellos años fuera sede del Gobierno del país. Visitarla es sorprendernos de la belleza arquitectónica de sus edificios y contemplar el hermoso entramado de sus calles.

La Grote Markt, la plaza principal, es un amplio espacio de forma cuadrada y representa uno de los lugares más significativos de la región de Flandes. Está rodeada de maravillosos palacios pertenecientes al Renacimiento flamenco. Sentaros en una de sus terrazas y contemplar la panorámica. En una esquina veremos el Het Vleeshuis, antiguo mercado de la carne, de 1615, y a su izquierda el Spaans Paviljoen o Pabellón de los Españoles, un edifico gótico levantado como ayuntamiento en 1448 y que en la actualidad acoge exposiciones.

Para conocerla mejor: que ver en la Grote Markt de Veurne

Frente a estos edificios se encuentra el Palacio Die Nobele Rose de 1575, rodeado de hermosas casas del siglo XVI que fueron restauradas tras la Primera Guerra Mundial. A su lado se halla la Hoge Watch, antiguo cuerpo de guardia español de 1636, y que hoy acoge la Cámara de Comercio.

Uno de los más bellos edificios de la plaza es el Landhuis o Palacio de Justicia. Es un edificio renacentista, como todos los del lugar, construido en 1613 por Sylvain Boullain. Destaca su precioso campanario de 1628 coronado por una pequeña cúpula en forma de bulbo, y en su interior la Sala de los Pasos Perdidos de 1619, y la Sala del Tribunal de 1618, ambas con dos chimeneas enormes.

Ayuntamiento de Veurne

Ayuntamiento de Veurne

El Ayuntamiento de Veurne es otro de los maravillosos edificios que complementan el conjunto de la Grote Markt. Construido en 1596, presenta en su interior hermosas salas, bellamente decoradas, como la Sala del Concejo de 1725, la Sala del Colegio de Corregidores, con una alfombra de Tournai de 1634, la Sala de los Matrimonios, y la Sala de Recepción, que sirvió como despacho al rey Alberto I durante la Primera Guerra Mundial.

Entre las iglesias de la ciudad, visitaremos la Iglesia de Santa Walburga, un bellísimo templo gótico de 1280. En él destaca su ábside, y el interior, de gran luminosidad y elegancia, con gran ornamentación de frescos y trípticos. Tampoco nos dejaremos atrás la Iglesia de San Nicolás, otra iglesia gótica del siglo XV, con una enorme torre pórtico del siglo XIII. En el interior, a la izquierda del coro, observaremos el tríptico de la Crucifixión, una de las joyas de la ciudad.

Más información: la Iglesia de Santa Walburga

Por último, una curiosidad, el Museo del Pan, situado en una panadería de la Calle Alberto I. Es un museo que alberga la reconstrucción de un horno antiguo, los almacenes, los despachos y los métodos de elaboración de varias clases de pan y de dulces, chocolate, tortas y sagradas formas para la comunión.

Si tenéis la oportunidad, visitar Veurne en Semana Santa. La noche del Viernes Santo tiene lugar la espectacular procesión de los Penitentes, que se remonta al siglo XII. En ella se representan escenas de la Pasión por penitentes encapuchados que recorren las calles portando pesadas cruces.

No te pierdas: la procesión de los Penitentes de Veurne

Cómo llegar a Veurne:

La mejor forma de llegar a Veurne es a través del tren.

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