Infierno en el campo de batalla de Waterloo

Soldados en Waterloo

Qué poco imaginaba Napoleón que aquella sería su última batalla. Qué poco podía imaginar Wellington que acabaría por convertirse en el héroe que derrotó a uno de los más grandes estrategas militares que ha dado la Historia. Qué poco podía suponer Blücher que su nombre pasaría tan de soslayo por los libros de Historia cuando su aportación fue igual o más importante que la del propio militar inglés.

Aquel 18 de junio de 1815 quedaría marcado en los libros de Historia como el del final de un gran imperio, el francés, capaz no solo de enfrentarse a las grandes potencias europeas del momento, Gran Bretaña, Austria y Alemania, sino incluso de adentrarse en el corazón de la estepa rusa para golpear a Rusia en su propio territorio, alcanzando el centro de Moscú, o de llegar a admirar en la llanura de GIzeh la gran pirámide de Egipto.

Doscientos años después aquel campo de batalla que vio verter tanta sangre se reverdece con la visita de cientos de turistas que asisten absortos e incrédulos a la representación anual de tan histórico momento.

Soldado en Waterloo

La Historia ha marcado para siempre con yerras de fuego y sangre lugares de todo el mundo, sitios que, paradójicamente, con el paso de los siglos se han visto beneficiados por el creciente interés por conocer el pasado de la Humanidad.

Waterloo es uno de ellos. Un extenso campo de trigo en el que franceses y aliados se enfrentan para dar a conocer la que ha sido como una de las grandes batallas de la Historia.

Anoche se volvió a desatar un nuevo infierno en Waterloo. El mayor de todos, probablemente, si dejamos a un lado el original. Ayer fue un día especial: se conmemoraba el 200 aniversario, y desde el mismo comienzo del día esta pequeña ciudad no muy lejos de Bruselas comenzó a teñirse de los colores rojos y azules de los ejércitos británicos y napoleónicos.

Espectáculo Infierno

Espectáculo «Infierno»

Los actores se lanzaron a las calles, se sacaron las réplicas de aquellas armas y se engalanaron los museos que forman parte del recorrido de la ruta napoleónica por Valonia. Wellington, Napoleón y Blücher volvieron a convertirse en protagonistas de la noche.

Quince mil espectadores se dieron cita anoche para asistir al espectáculo de luz y sonido «Infierno«, una brillante representación de los actos que se vivieron aquel día, desde la toma de Hougoumont, hasta el ataque a la cima del monte Saint Jean, o las cargas de caballerías.

Espectáculo Infierno

No fue un espectáculo al uso, al que están habituados cada año por Waterloo. En esta ocasión se trató de un montaje teatral en el que se presentó una alegoría de lo sucedido y en la que los fuegos de artificio tuvieron un papel protagonista.

Brillante, estético y muy visual espectáculo para dar comienzo a todo una serie de actos que tendrán su punto culminante hoy mismo y mañana en este mismo campo de batalla.

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