La batalla de Ligny: preludio de Waterloo

Batalla de Waterloo

Tras escapar de su exilio en la isla de Elba, Napoleón volvió a entrar en Francia el 1 de marzo a través de Cannes. Era el principio de los 100 días de la Restauración, y el miedo volvía a apoderarse de las grandes potencias europeas.

Hasta su entrada en París el 20 de marzo su recorrido por territorio francés no fue sino un paseo triunfal en el que cuantas tropas francesas enviadas a detenerle acababan por unirse a él, su emperador.

Luis XVIII hubo de huir a Bélgica, mientras Austria, Gran Bretaña, Rusia y Prusia se aprestaban a la guerra poniendo en marcha toda su maquinaria de guerra para detenerlo.

Comienza la batalla de Ligny

Wellington se apostó con 100.000 soldados cerca de Bruselas; Blücher marchó de Namur a Lieja con 117.000 prusianos; en la Selva Negra 210.000 austríacos esperaban; 75.000 italianos y austríacos más marchaban desde la Riviera mientras que 150.000 rusos acamparon junto al Rhin.

Parecía claro en esta situación que la siguiente guerra se produciría en el territorio de los Países Bajos. Napoleón intentó por todos los medios buscar la paz, pero viéndose presionado y rodeado, optó por dirigirse hacia las posiciones enemigas estratégicamente situadas más cerca. Así, el 15 de junio, situó al norte de Francia a un ejército de 122.000 hombres, entre los de Wellington y Blücher mientras que con algo más de 80.000 se dirigía hacia Ligny al encuentro de los prusianos.

En la mañana del 15 de junio, las tropas napoleónicas atravesaron la frontera belga, tomaron Charleroi y se situaron frente a Quatre Bras. La idea era que el mariscal Ney se dirigiera, tras conquistar Quatre Bras, hacia el sur, a Ligny, para desde ahí atacar el flanco y la retaguardia del ejército de Blücher, mientras Napoleón lo atacaba por el frente.

Sin embargo, la falta de coordinación, un campo en el que siempre había destacado el ejército francés, hizo que Ney se adelantara y atacara Ligny el día 16 de junio a las 15:15 h. Apenas cinco horas después esta plaza belga había caído en manos francesas, antes de dirigirse a Quatre Bras. Aquella descoordinación permitió a Blücher escapar al cerco, lo que resultaría posteriormente decisivo en la batalla definitiva de Waterloo.

Ligny es una pequeña población que se encuentra en la provincia de Namur, a unos 20 minutos de Charleroi. Allí, en una granja que en su día usaron como hospital militar, se encuentra el Museo Napoleón de Ligny, sobre el mismo lugar en el que doscientos años atrás, Napoleón Bonaparte consiguiera la que sería su última victoria en una batalla.

Para saber más: Waterloo, la espina de Napoléon

Foto vía: Waterloo 2015






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