Los Ángeles de Mons, milagro en Bélgica

Mons

Hoy nos vamos a una ciudad belga que particularmente me encanta. Se trata de Mons, en la provincia de Hainaut, una ciudad que ha sobrevivido a los más terribles bombardeos y guerras de todo tipo.

La historia de Mons, desgraciadamente, ha tenido más presencia en el siglo XX, por la Primera Guerra Mundial, que por sus vicisitudes en los siglos XVII y XVIII.

Sin embargo, a pesar de todos esos bombardeos, Mons ha logrado mantener el encanto que los franceses le dieron en los siglos pasados. Pero, dentro de esa triste época de la Primera Guerra Mundial, Mons vivió uno de los episodios más misteriosos de la guerra. Es la historia que en la ciudad se conoce como Los Ángeles de Mons.

Corría el 26 de agosto de 1914, cuando la Fuerza Expedicionaria Británica, la BEF, se vió obligada a pasar a la retirada. Los soldados, además de ser muy pocos ya en número, estaban completamente agotados, y todo parecía indicar que, la unidad de caballería alemana que les perseguía, les iba a dar caza y acabar totalmente con ellos. La Fuerza Expedicionaria Británica parecía condenada a todas luces. Pero, de pronto, surgió el milagro…

Cuenta la leyenda, y las tradiciones, que en el campo de batalla aparecieron tres ángeles vestidos con túnicas largas, iluminados con una luz brillante y al que otras historias mencionan como «jinetes fantasmas». La figura de en medio era la más alta de las tres, y llevaba unas alas en la espalda. Estas figuras mostraron un camino de huida a los ingleses que no habían podido ver por sí mismos.

Aún así, la leyenda profundiza más y cuenta como los propios soldados alemanes, cada vez más cerca de la Fuerza Expedicionaria Británica, comenzaron a avistar un contingente mucho más numeroso del que creían, algo que parecieron confundir con un ejército fantasma que había surgido de la nada.

Sin embargo, los británicos dijeron que no había soldados en ese momento a su alrededor. Al parecer, las figuras angelicales (o el ejército fantasmal) sólo eran divisadas por los alemanes, quienes rehusaron de atacar al pequeño grupo de los británicos. Los ingleses, sorprendidos, siguieron huyendo, observando como los alemanes quedaban atrás, sin atacarles.

Esta historia fue recogida, apenas un mes después, por el escritor galés Arthur Machen, en un relato corto titulado «The Bowmen», con la información que había llegado a sus oídos, y quien sabe, si también con un poco de imaginación por su parte.

¿Leyenda de la guerra o verdadero milagro? Desde aquella aparición no se logró precisar cuál fue el motivo de la retirada de los alemanes. Lo que está claro es que la Fuerza Expedicionaria Británica logró escapar sana y salva, gracias, según los alemanes, a los ángeles de la ciudad.

  • Si queréis conocer los hechos que motivaron aquella retirada del ejército británico, podéis leerlo en nuestro artículo «La batalla de Mons«.

Foto Vía Lees2dent

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