Aarschot, comarca a orillas del Demer

Aarschot y el Demer

Bélgica y sus rincones maravillosos. Así podríamos titular este artículo, pero queremos darle protagonismo a la comarca donde hoy nos acercamos. Se trata de Aarschot, de 28.000 habitantes, bañada por el río Demer, a 15 kilómetros al este de Lovaina. Se halla ubicada en el centro de una región montañosa conocida como Hageland. Desde 1976 consta de los municipios de Aarschot, Gelrode, Langdorp y Rillaar.

El nombre de Aarschot tiene un origen legendario, de la época romana. Julio César estacionó en las colinas de Hageland su ejército. Un águila sobrevolaba el ejército, cuando Julio César tomó su arco y disparó sobre el ave, que tras un gran grito, cayó al suelo. Uno de sus sirvientes, Aurelianus, atravesó nadando el río Demer para recoger en la otra orilla al águila muerta.

Llevó el ave hasta César, y éste, agradecido, le permitió construir un fuerte al que llamaría Aurelianustoren, o Torre de Aureliano, y más tarde Orleanstoren, que hoy todavía puede verse en la ciudad. Más tarde, el lugar fue llamado Aarschot.

La ciudad de Aarschot creció fundamentalmente en los siglos XIII y XIV en torno a la monumental Iglesia de Nuestra Señora, construida en estilo gótico de 1337 a 1450. Está construida con la típica piedra de color marrón que se sacaba de las colinas circundantes. Las mismas colinas que, en la Edad Media, albergaron uno de los mejores viñedos de Europa.

Hoy en día, estas colinas, que comienzan en la ciudad de Diest y siguen hasta Calais, en Francia, están cubiertas de espesos bosques. Hubo un Beguinaje cerca de la iglesia. La plaza principal es la Grote Markt, rodeada de casas tradicionales con el famoso Flemish.

Los habitantes de la ciudad suelen recibir en neerlandés el apodo de kasseistampers, que se refiere a los vigilantes municipales que todas las noches caminaban por las calles para proteger a la ciudad de los ladrones. En las noches de frío, los vigilantes se sentaban en los bares a beber cerveza. Los habitantes de la ciudad comenzaron a quejarse de la holgazanería de los vigilantes, y les obligaron a llevar zuecos para que pudieran ser oídos en las empedradas calles de Aarschot.

Pero lo que mejor ha definido a esta ciudad durante toda su historia, y aún hoy sigue haciéndolo, es la panorámica del río que la atraviesa, el Demer. Es la preciosa y nostálgica imagen que se os quedará grabada en la memoria a la hora de recordar vuestro viaje a Aarschot.

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3 comentarios

  1. c dice:

    al noreste de lovaina

  2. Carmen Marquez dice:

    Hola C:

    ¡Muchísimas gracias!

  3. yo dice:

    mi marido nacio en Aarchot, en agosto de 2008 fui por primera vez, el hacia 33 años que no iba…y me encanto….publicad mas fotos del sitio, es precioso

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