Los alrededores de Brujas, el Flandes marítimo

Canal Damme

Hoy vamos a conocer un poco los alrededores de Brujas, lugares que son tal vez mucho menos conocidos por la notoriedad de su centro neurálgico. Y descubriréis como pueden ser un enclave perfecto para una pequeña excursión.

Si salimos de la ciudad de Brujas, quizás una de las ciudades más bellas de Europa, lo haremos sin duda por la zona norte, siguiendo un bellísimo paseo arbolado a lo largo del canal Damme. Serán 7 kilómetros de encantadores paisajes hasta llegar a Damme, un maravilloso pueblecito de apenas 11.000 habitantes. La principal y sorprendente característica de este pueblo es la quietud y serenidad que desprende. Un hermoso silencio, sólo roto por el bullir de los árboles, romperá la tranquilidad de vuestro paseo.

En la Grote Markt se alza el Ayuntamiento, con cuatro torretas en las esquinas. Visitamos también el Hospital de San Juan con fachada de 1250, y la Iglesia de Nuestra Señora, con una poderosa torre de 1230.

El canal que atraviesa Damme será el indicador de nuestro camino. Seguiremos la orilla del mismo para llegar hasta De Scellemulen, un molino de viento del siglo XVIII, todavía en funcionamiento. Desde él veremos la ciudad de Zedelgem, a 13 kilómetros de Brujas. Aquí visitamos, en la Plaza de Saint Michel, el enorme mercadillo de fin de semana, muy animado con sus representaciones y bailes típicos. A pocos pasos de allí, en el Parque Boudewijn se halla el Heirmanklok, un gran reloj astronómico con decenas de figuras en movimiento. En la entrada del parque está el Delfinarium, con delfines y leones marinos.

Más información: el canal de Brujas Damme

A 8 kilómetros de aquí visitaremos Loppem y su castillo, obra maestra del estilo neogótico flamenco. En numerosas ocasiones se ha trasladado hasta aquí la Familia Real belga para tomar sus vacaciones. En el primer piso del castillo visitaremos un Museo de Esculturas de los siglos XV y XVI. En el parque de la ciudad está el Doolhof, un precioso laberinto de plantas y setos.

Más información: el castillo de Loppem

Volviendo hacia Brujas nos encontramos con Sijsele, donde visitaremos la Stockmanshoeve, una maravillosa hacienda de 50 hectáreas con estanques, animales domésticos y de granja en libertad, pájaros exóticos, un museo agrícola con maquinaria antigua y un museo de la bicicleta. Será nuestro lugar ideal para descansar y tomar el almuerzo en nuestra excursión.

De ahí pasamos hasta Oedelem, un pequeño pueblo que destaca por su precioso Ayuntamiento de 1752 y un museo de folclore tradicional.

Lissewege

A poco más ya de 11 kilómetros de Brujas visitamos Lissewege, de apenas 8.000 habitantes, uno de los pueblos más bellos del Flandes marítimo. Está formado por casitas blancas con persianas verdes de las que sobresale la grandiosa Iglesia de Nuestra Señora, una iglesia gótica de ladrillo de la primera mitad del siglo XIII. A su lado el pueblo de Gistel, al cual nos acercaremos para visitar la abadía benedictina de Ten Putte, fundada en el siglo XI.

Más información: Lissewege

A 3 kilómetros de aquí se encuentra Blankenberge, un afamado balneario que cuenta además con una amplia playa de arena fina. Es el lugar al que suelen acudir los habitantes de Brujas si quieren disfrutar de un día de playa. Desde la Plaza de Leopoldo III, con su Iglesia de San Antonio, llegamos al Paseo Marítimo, pasando por el antiguo Ayuntamiento de 1332. Esta ciudad es quizás una de las más animadas de la zona. Los jóvenes de Brujas se trasladan aquí en verano para vivir la noche. Fiestas en el puerto, la bendición del mar, en la que se celebran misas en la playa, y una carrera de flores en agosto.

Más información: de turismo por Blankenberge

Muy cerca de Brujas se halla Zeebrugge, el puerto de Brujas, segundo puerto pesquero de Bélgica. En la explanada que hay frente al mar se ve el memorial de San Jorge, en recuerdo de la batalla naval que tuvo lugar el 23 de abril de 1918. En la playa visitamos el muelle para barcos pesqueros. Entre el puerto y la ciudad de Brujas se extiende el Het Zwin, parque natural protegido de 150 hectáreas a lo largo de la frontera con Holanda. La zona se formó en el siglo XV por acumulación de arena y en los siglos XVIII y XIX quedó protegida por los diques. Es un auténtico santuario de la naturaleza, donde viven 300 especies de pájaros.

Y con la visita a este maravilloso parque natural volvemos de nuevo hasta Brujas. Aprovechad un día de vuestra estancia en Brujas para hacer este pequeño recorrido.

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