El impresionante y colorido Carnaval de Aalst

Carnaval de Aalst

La ciudad de Aalst (o Alost, como la conocemos en España), a caballo entre Bruselas y Gante, en la región de Flandes, es conocida por muchas razones pero sin duda, el más colorista y original motivo de su fama, es el carnaval que se celebra cada año. ¿Qué tiene de especial el Carnaval de Allst? Pues que rebosa sentido del humor, y el nivel artístico de las carrozas que desfilan por estas calles es realmente asombroso. Durante la celebración de estas fiestas, las calles se llenan tanto de visitantes curiosos como de gente dispuesta a disfrutar de las fiestas, llegando en las últimas ediciones a casi los 100.000 espectadores.

¿Cómo es el Carnaval de Aalst?

Durante los 3 días que duran las celebraciones, desfilan carrozas con diferentes temáticas, entre las que predominan las críticas y sátiras a personajes de las esferas políticas y religiosas tanto de Holanda como de otros países del mundo. De hecho, es tal el despliegue de medios, que los carnavales de Aalst han sido recientemente declarados (en el año 2010) como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Las fiestas comienzan con la elección del Príncipe del Carnaval, título simbólico para el representante de cada año y que inaugura oficialmente la celebración durante el domingo por la tarde. Este primer día desfilan las cerca de setenta carrozas, grupos y pasacalles hasta el anochecer, acompañados de bailes y música. La inauguración finaliza en los distintos locales de ocio de la Grand Place, con la ejecución de diversas canciones en el dialecto propio de la ciudad.

El lunes siguiente, se celebra un curioso baile, el Baile de las Escobas, cuya finalidad es la de «complacer a los espíritus», además de otro desfile de pasacalles. Durante la tarde del martes se puede disfrutar de otro evento curioso, el llamado «Jovencitas Sucias» (Voil Jean Etten), tradición que viene del siglo XIX y que crearon los obreros y trabajadores que, a falta de ropa para disfrazarse, usaban las prendas usadas de sus mujeres (algo similar al día de las viudas en el carnaval de Tenerife). Gran cantidad de hombres travestidos desfilan y pasean por la ciudad con los accesorios típicos, que van desde una jaula de pájaro en la que se encierra a un arenque seco hasta un paraguas estropeado o un carro para niños.

El carnaval de Aast termina con la incineración de la Vastenavondop, acto que marca el fin de los 3 días de fiestas. Por supuesto, todo esto va acompañado de numerosos puestos de comida entre la que destacan las famosas patatas fritas servidas en cucuruchos (frites), así como gofres y otras delicias típicas de Bélgica. Desde sus inicios allá por el año 1432, estos carnavales han ido evolucionando y convirtiéndose cada vez más en un símbolo de la originalidad y buen hacer de los belgas.

Para saber más sobre la ciudad: Qué ver en Aalst

Foto vía: aalstersegazet

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